Un día de Reyes de hace 115 años, Antonio Joaquín Afán de Rivera reunió a artistas y literatos granadinos en el Carmen de las Tres Estrellas para homenajear al novelista Manuel Fernández González. Una lápida en la fachada de la casa del Albaicín recuerda la reunión.
Lugar de célebres tertulias literarias, el Carmen es escenario de románticos cuentos y leyendas. Una de ellas la contó este periódico en el año 1935 en sus ‘Antiguallas granadinas’, una curiosa sección que recordaba historias antiguas de la ciudad, e iba acompañada por una plumilla de Garrido del Castillo.
Pero volvamos a la historia del Carmen de las Tres Estrellas. Firmado con el seudónimo de Asclepios, el artículo cuenta que vivía en el Albaicín un príncipe que tenía tres hijas. A la mayor, ahijada del hada de las aguas, le gustaba nadar en los estanques; la mediana, a quien la diosa de los vientos había servido de madrina, era arrebatada y nerviosa, de espíritu emprendedor y decidido. La tercera, dulce y tímida, la protegida por la maga de las mariposas, cuidaba de los pájaros y las flores. Las tres recibieron de sus bienhechoras una sortija de oro con una estrella de diamantes y un vaticinio: se casarían cada una con un rey al que reconocerían por sus anillos, idénticos al que ellas lucían desde su nacimiento. Una noche las princesas soñaron que eran cortejadas por tres apuestos jóvenes. El idilio duró hasta el amanecer y, al despertar, comprobaron con sorpresa que las estrellas de sus sortijas habían desaparecido. Días después acudió a su casa un embajador que pedía la mano de las tres princesas para los hijos de su señor y como presente, les ofreció anillos con verdes diamantes estrellados, como los que habían perdido. Tras la boda, las hermanas partieron, cada una a su reino y, como recuerdo, su padre mandó grabar en la puerta de la casa del Albaicín, las tres estrellas que dan nombre a la mansión morisca.
La imagen que acompaña este cuento es un dibujo de Villar Yebra que también dedicó una de sus ‘Estampas de Granada’ al Carmen (marzo 1963).
… Y permítanme que aproveche esta Antigualla para recuperar la figura del personaje que se esconde detrás de ‘Asclepios’, Fidel Fernández Martínez, médico, escritor, historiador, enamorado de la Sierra… Gracias a Al Safan he conocido la figura de este admirable granadino. Cuelgo un par de artículos de IDEAL donde pueden aprender un poco más de él.