El 19 de noviembre de 1933, España celebró la primera vuelta de las elecciones generales para las Cortes de la Segunda República, que se había proclamado el 14 de abril de 1931 (la segunda vuelta se realizaría el 3 de diciembre). El país llegó a los comicios con el gabinete de Azaña desgastado por una grave crisis política y económica, así que no sorprendió a nadie el cambio de color en el gobierno. La Confederación Española de Derechas Autónomas, la CEDA, de José María Gil Robles, fue el partido ganador, seguido por el PRR de Alejandro Lerroux. Lejos quedó PSOE de Largo Caballero que consiguió 59 escaños. En Granada, el día amaneció lluvioso, lo que quizá contribuyera a la elevada abstención. La coalición de radicales, derechas y agrarios aventajó a los socialistas, con 10 escaños frente a 3, escaños que se repartieron José Pareja Yébenes, Juan Félix Sanz, José Cazorla Salcedo, Manuel La Chica Damas, Francisco Roca Yébenes, Julio Moreno Dávila, Rafael Montes Díaz, Ramón Ruiz Alonso, Enrique Jiménez Molinero, Carlos Morenilla, Fernando de los Ríos, María Lejárraga y Ramón Lamoneda.
Estas elecciones, las primeras generales en las que la mujer pudo votar, se recuerdan en Granada por el triste suceso que costó la vida a veinticuatro simpatizantes del PSOE que fallecieron en un accidente de tráfico cuando el camión en el que viajaban se despeñó por el puente de Duda en Huéscar.
El grupo regresaba de un mitin electoral en Castril en el que habían participado Juan Carreño Vargas, María Martínez Sierra y el alcalde de Huéscar, que hablaron a los asistentes desde el balcón de la casa del médico de la localidad, Juan Granero Liñán (que luego fue alcalde de Castril y al que asesinaron durante la Guerra Civil). El camión rompió el pretil de la carretera y se despeñó por el tajo de más de setenta metros de profundidad. Solo uno de los viajeros, Pascual Fernández Ramos, de 17 años, logró salvar la vida. Era el ayudante del conductor, y cada día hacía el camino a Castril para vender pescado. El accidente vistió de luto a la localidad de Huéscar de donde eran las víctimas y entre los que se encontraba una mujer, Jerónima Carallor.