Una expedición granadina capitaneada por Francisco Prieto Moreno, director general de Arquitectura, marchó aquel mes de mayo de 1952 a la capital del Reino Unido para participar en un certamen internacional de jardinería. Su propuesta fue la recreación del Patio de la Acequia del Generalife que se reprodujo, pieza a pieza. Pero, para que toda España estuviera representada, se añadieron unos coloridos geranios, claveles reventones, limoneros y rosas catalanas. Los creadores del jardín fueron Juan de Dios Alarcón, maestro de obras de la Alhambra, José Jiménez Barrera, delineante y el jardinero Francisco Rubio Gamarra. El vergel, que fue visitado por la reina Isabel junto a su esposo, el duque de Edimburgo y la reina madre, ganó la Medalla de Oro del concurso.
Mientras, la Alhambra se convertía en un plató de cine para el rodaje de la película «Tres historias de amor», protagonizada por Joan Fontaine, y Louis Jourdan y dirigida por Hugo Fregonese. Cuenta IDEAL que casi todos los vendedores ambulantes de tabaco de la zona fueron contratados como extras en la película por cincuenta pesetas la sesión y deambulaban vestidos de moros en el zoco árabe recreado en los alrededores de la Puerta de la Justicia.
En la ciudad, entre premio y premio de la Tómbola de la Caridad, la Bomba se había convertido en un velódromo. Días antes del montaje del ferial, a las vallas de madera que rodeaban el Paseo les habían añadido unas mamparas de cañizo para que nadie viera de balde las carreras organizadas por la Unión Velocipédica Granadina, que incluían una prueba de persecución a la australiana entre dos equipos y una carrera «a la milanesa» en la que se eliminaba al último corredor en llegar a la meta. Los ingresos que se consiguieron se destinaron a la organización del Gran Premio de Andalucía.