A primera hora del día, cuando el frescor de la mañana ensancha los pulmones, un grupo de curiosos rodea a los pescadores en cualquier playa del litoral. Los marengos se afanan en la sacada del ‘copo’, y arrastran hasta la orilla las redes con la captura del pescado más pequeño que ronda la orilla al amanecer. Es temprano y todavía no hay sombrillas en la arena, pero ‘el copo’ es casi una atracción turística. Varios pescadores se dirigen mar adentro en una pequeña barca de remos.