Una vez acabada la Guerra Civil y con Antonio Gallego Burín al frente de la alcaldía (ocupó el cargo entre el 3 de junio de 1938 y el 31 de agosto de 1951, salvo un breve paréntesis de gobernador civil durante los meses que van del 20 de octubre de 1940 al mismo día y mes de 1941), comenzaron a ejecutarse importantes proyectos de reforma urbana que cambiaron la imagen de la ciudad. En 1940, se iniciaron las obras para el aplanamiento del Embovedado en Puerta Real, las del derribo del barrio de la Manigua (que inauguró Franco en 1943) y el traslado de la fuente de los Tritones (o de los Gigantones) del Salón a Bibrambla para reemplazar el monumento de Fray Luis de Granada que, a su vez, se instalaría en el atrio de Santo Domingo.