En febrero de 1969, la provincia recibió con ilusión el decreto que otorgaba a Granada la creación de un Polo de Desarrollo y que ayudaría a estimular el raquítico sector industrial granadino. El proyecto consistía en la construcción de un polígono y la concesión de importantes ayudas (como la reducción de impuestos) a las empresas que quisieran instalarse en él. Pues bien, hace cuarenta años, en concreto el 14 de enero de 1972, se inauguró en Maracena la primera empresa protegida por este plan empresarial. Se trataba de una fábrica de cañas de pescar y artículos deportivos fundada conjuntamente por una empresa de capital francés y el desparecido Banco de Granada. La maquinaria propagandística del franquismo se puso en marcha y la factoría se inauguró por todo lo alto, con la presencia de las más importantes autoridades provinciales y del Movimiento e incluso el Caudillo recibió a los directivos de la fábrica en el Palacio de El Pardo. Strateurop S. A., que así se llamaba la empresa, fue la primera de unas pocas. Pero el Polo de Desarrollo fracasó. El profesor Gil Bracero apuntaba en un artículo publicado en este periódico que tan solo se crearon 665 de los 3.288 puestos de trabajo previstos y que, en 1974, solo se habían creado nueve empresas acogidas al Polo de Desarrollo.