El 26 de agosto de 1952 partía del puerto de Motril, rumbo a La Habana, el vapor alemán «Karl Grammerstorf» cargado con mil trescientas toneladas de patatas de la vega de Granada. Este viaje era muy importante para la provincia, y sobre todo para el puerto motrileño, pues suponía la reactivación de las exportaciones de agricultura, paralizadas, tal y como cuenta la información de IDEAL, desde la Primera Guerra Mundial. Además, permitió estabilizar el precio del tubérculo en beneficio de los labradores que, de no recibir más de 0.60 el kilo en cosechas anteriores, habían llegado a vender el producto por una peseta. La exportación de la patata granadina había sido iniciativa de unos industriales bilbaínos que ya vendían al exterior productos agrícolas del norte y de la zona de Cataluña. La calidad de la patata de nuestra vega satisfizo a estos empresarios que poco antes visitaron Motril para conocer sus instalaciones portuarias. El barco alemán, el primer frutero de este país autorizado a cruzar el Atlántico, permaneció unos días atracado en el puerto y pudo ser visitado por cuantos curiosos quisieron acercarse a él. Se trataba de un moderno buque de 4.500 toneladas y preparado para el transporte de fruta con bodega semifrigorífica con ventilación forzada. El viaje a Cuba lo realizó en 12 días.

[*] Cargamento de patatas de la vega en el buque alemán ‘Karl-Grammerstof’ con destino a La Habana 26/08/1952 Archivo de IDEAL