La auténtica imagen de la Virgen de Fátima, la que se venera en Cova de Iria, llegó a Granada el 2 de octubre de 1949 y toda la ciudad se volcó en su recibimiento. Entró a la provincia por Loja, pasó por Huétor Tájar, Salar y Láchar hasta Santa Fe donde fue recibida por las autoridades que la saludaron desde el balcón del ayuntamiento. La comitiva de coches y bicicletas acompañaron a la imagen hasta la capital donde miles de personas la esperaban en el altar colocado en Puerta Real. La ‘Virgen Peregrina’ ‘durmió en el Sagrario de la Catedral que permaneció toda la noche abierto acompañada por fieles que rezaron sin interrupción el rosario.
Al día siguiente se celebró una misa en el Paseo de la Bomba, una misa de enfermos donde, en medio de un paroxismo generalizado, algunos experimentaron curaciones extraordinarias. Cuenta IDEAL que asistieron más de 70.000 personas que aplaudían y lloraban y gritaban ¡milagro! cuando alguno de los pacientes inmovilizados se levantaban y llegaban al altar.
Otro día, se llevó en procesión por todas las parroquias de Granada y a varios centros de beneficencia como la clínica de San Rafael, el Hospicio Provincial o el Hospital de Dementes hasta que llegó, en un emocionado recorrido, al Albaicín.
Después de cuatro días, la Virgen Blanca abandonó la ciudad.