Definitivamente Granada tiene un problema con las fechas. Cuando no es porque ninguna coincide con las previsiones -véanse los anuncios para el final de las obras en los proyectos de cualquier tipo-, es porque se acumulan los acontecimientos y no sabemos cómo dar satisfacción a todos nuestros intereses religiosos, festivos o deportivos. La polémica en la que estamos ahora enzarzados los granadinos nació porque Corpus y Magna Mariana tenían cartel para el mismo día, el 25 de mayo. Después de algún restregón entre partidarios y contrarios de separarlas, se ha decidido adelantar una semana la celebración del acontecimiento cofrade que pondrá en la calle a una treintena de pasos procesionales. Se evita así que Corpus y Magna Mariana choquen en el calendario pero, aunque todavía quede el escollo de la final de la Champions, no se acaban los problemas. ¿Qué pasa? Las procesiones son ahora el mismo día de la fiesta del Rocío, que se llevará o retendrá parte del público potencial que puede visitar Granada para la peregrinación mariana, y son, o pueden serlo, el mismo día que el partido a vida o muerte que se jugará el Granada contra el Osasuna. ¡Qué lío! Esto solo se arregla con ganas y con posibles, que dicen en mi pueblo, y como los recursos no abundan para salir con cervecitas, Rocío, entradas de fútbol y feria del Corpus, para muchos que las fechas de los actos coincidan o no es la menos importante de sus preocupaciones.