Pues para ser los Presupuestos del fin de la recesión y los primeros del crecimiento económico las cifras que ha presentado el Gobierno no lo parecen. No si en las cuentas del Estado para 2014 se congelan los salarios de los empleados públicos, que entrarán en su cuarto año consecutivo de pérdida de poder adquisitivo. No si hablan de una ‘subida’ de las pensiones del 0,25% cuando la realidad es que bajan si la previsión del coste de la vida es muy superior, como será. Y no si las inversiones previstas retroceden al gasto de hace 25 años. Eso sin entrar en las partidas de sanidad o educación en las que los recortes siguen abonando la pérdida de empleo y servicios. Los gobiernos, en general, son unos fulleros con los números. Son expertos en la cosa matemática y eso hace que los políticos sean los únicos capaces de que de cara al ciudadano todas los números sumen y que ninguno cantidad reste. Cuentas imposibles y multiplicaciones que imitan al milagro de los panes y los peces. Cuando los gobiernos presentan sus presupuestos pocos se enteran, la verdad, y seguramente de eso se trata, pero a poco que se rasque en cuadros y gráficas, en plazos y previsiones, los dirigentes políticos acaban por quedarse en pelotas frente al espejo ciudadano con sus mentiras de compromisos que no podrán cumplir, o con verdades a medias que siempre acaban convertidas en la peor de las farsas. Mismamente Granada, donde el AVE seguirá lento, tanto que será difícil que llegue en 2015 como ha prometido la ministra Pastor.
P.D.: Ahora, en este ridículo ritual abarrotado de imposturas que se repite cada año, se afanarán unos en vender el compromiso del Gobierno con la provincia y el esfuerzo inversor en tiempos de crisis, y saldrán los otros con el discurso contrario para denunciar al maltrato del Gobierno a Granada y la maldad de los ministros con la provincia. Es decir, el discurso político de un partido en la oposición es el mismo frente al Gobierno de turno, y el discurso de un Gobierno es el mismo frente a la oposición de turno. Así, le toca hoy al PSOE denunciar la insuficiente inversión del Estado en la provincia para 2014 y, aunque sea verdad, precisamente Granada no le debe al PSOE ningún alarde inversor cuando gobernaba para acabar infraestructuras que se arrastran malheridas desde hace años, lustros o décadas, según los casos, por administraciones del PP y del PSOE con la misma suerte y el mismo resultado: olvido, ninguneo y retrasos. Como no sé si me he explicado bien lo voy a decir de otra forma: que estamos c0mo estamos con autovías que no se acaban y AVES que no llegan porque PP y PSOE, PSOE Y PP se han tocado los huevos a dos manos sin que ninguno haya hecho lo suficiente para dotar a Granada de las comunicaciones y servicios que necesita.