Alguien autorizado lo escribirá alguna vez y entonces sabremos por qué Andalucía se ha quedado sin referencia económica en el mercado financiero español. La compra de BMN, grupo al que pertenece la extinta CajaGranada, por Bankia en una oferta a la baja, parece el final de un proceso que comenzó cuando La Caixa compró el Banco de Granada, en quiebra, y se convirtió de la noche a la mañana en la primera caja de ahorros de Andalucía con la mayor red de oficinas por el territorio andaluz. Surgió en los años siguientes la fiebre por la integración, la absorción o la fusión de entidades andaluza y no andaluzas en la idea de llegar a un ‘gran banco andaluz’. Algunas de estas operaciones fueron posibles y otras chocaron con el excesivo ‘celo malagueño’ de la entonces consejera de Economía en el Gobierno andaluz, Magdalena Álvarez, y del poderoso Braulio Medel. Los dos quisieron trasladar a Málaga el centro económico y financiero andaluz en torno a Unicaja y ofrecieron manzanas que parecían envenenadas a cajas como la granadina. La desconfianza entonces de una alianza que respetase la marca, el territorio y la historia de la otrora poderosa General de Granada, hizo imposible ningún acuerdo con los vecinos en un camino en el que los problemas de gestión de la Cajasur cordobesa acabó dejándola en manos de la kutxabank. ¿Dónde está el gran Banco Andaluz que espolease el desarrollo de la comunidad? Pues se ha diluido como las sacarinas y se ha quedado en titulares de hemeroteca. Lo cierto es que el ahorro andaluz que atesoraban las antiguas cajas de ahorro actualmente está en manos de la Caixa catalana, la Kutxa vasca y ahora Bankia, una marca liderada por la desaparecida Caja Madrid en un grupo al que pertenecen otras seis cajas de ahorros como Bancaja o Caja de La Rioja. Todo esto es lo que sabemos pero lo interesante es lo que no sabemos y eso, alguien algún día lo escribirá.