Más corrupción, más abstención

El inicio de las campañas electorales ya no es lo que era, con la pegada de carteles. Ni los grandes mítines de antaño son los pequeños escenarios de ahora, donde los políticos aparecen entre un grupo de personas guapas y telegénicas. También es verdad que las elecciones europeas no son la alegría de la huerta, pero la circunscripción única favorece a los partidos pequeños, cuyos líderes han surgido como hongos después de un cultivo intenso en algunos platós de programas televisivos o en las salas de los juzgados.

La encuesta del CIS otorga casi tres puntos de ventaja al PP sobre el PSOE, mientras que IU y UPyD mejoran resultados. Los sondeos demoscópicos suelen ser trabajos serios, como el que hemos conocido esta semana, que fotografían y reflejan el estado de la opinión pública en un determinado momento. Otra cosa es que luego no se correspondan con la realidad, pero no pueden ser invalidados si están realizados con base científica y rigor. Les anticipo que IDEAL publicará a lo largo del próximo fin de semana una encuesta referida a la intención de voto en los comicios del 25 de mayo en esta provincia. Pero también aprovecharemos para tomar la temperatura de los ciudadanos ante su grado de satisfacción o no con el gobierno de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de la capital o la Diputación Provincial. Sabremos las preferencias del electorado ante posibles candidatos a las próximos comicios municipales y sobre determinados debates existentes en el seno de nuestro entorno. Contribuiremos de forma responsable como medio de comunicación a enriquecer la vida ciudadana, a pesar de que la política no goza de sus mejores momentos.

Cada vez que conocemos un caso de corrupción se produce una pérdida de confianza y credibilidad en nuestro sistema de gobierno. Lo peor es que no sabemos si de muchos no nos enteraremos nunca. Estos días hemos tenido noticia de las presuntas irregularidades en la construcción del AVE a Barcelona, con la implicación de empleados de Adif y también de una empresa de obras públicas. También la ratificación de la imputación en el caso de los ERE a Magdalena Álvarez, por lo que llega tarde para dimitir de su cargo en el Banco Europeo de Inversiones.

Demasiada corrupción y cuanta más haya es posible que nos encontremos con mayor número de desencantados e hipercríticos con las dos grandes formaciones mayoritarias, que pueden encontrarse a gusto votando a modo de castigo o porque ansíen aire limpio a esos otros nuevos partidos. Tampoco es descabellado pensar que a más corrupción habrá más abstención. ¿No les parece?