En julio de 2015, los alcaldes de Málaga y Sevilla mantuvieron el primer encuentro bilateral en quince años. Francisco de la Torre y Juan Espadas crearon un ‘eje andaluz’ con vocación a dos bandas. Tras los recelos que suscitó en otras provincias, poco a poco se fueron incorporando otros ayuntamientos, hasta que llegue el momento en el que la plataforma no sea más que una Junta en paralelo o un pretexto para que los alcaldes se vayan de bolos por la comunidad.
El último fue en Córdoba, la semana pasada.
José Torres Hurtado se ha sumado a este ‘lobby’ de regidores que, entre una de las primeras medidas, quiere conseguir para Granada que el AVE llegue hasta el aeropuerto de Málaga.
Esta reivindicación del ‘eje andaluz’ ha servido para descubrir que Torres Hurtado no es un tipo «provinciano» que guste de los «localismos» y que, ahora, celebra las inversiones millonarias que durante años un gobierno socialista hizo en el aeropuerto de Málaga, mientras la ministra Magdalena Álvarez conseguía con una placa que los paisanos de Jaén tuvieran un aeródromo en Chauchina. Aquellos tiempos en los que el alcalde granadino reprochaba que se invirtiera en las instalaciones malagueñas lo que “no está en los escritos”. Y sus compañeros del PP criticaban -con razón- que tan sólo en el aeropuerto de Málaga se gastara tanto como en toda la provincia granadina.
Por el mismo efecto multiplicador, Torres Hurtado ha dotado a Granada de un aeropuerto internacional pero en la Costa del Sol. «He sufrido muchas críticas cuando he hecho manifestaciones apoyando cosas que no eran de Granada; y lo aguanto. Granada tiene la suerte de tener dos aeropuertos. ¿Por qué no vamos a decir eso? Málaga tiene un aeropuerto internacional. A lo mejor terminamos yendo a la feria de Berlín para vender nuestra ciudad cuando tenemos un punto de venta (de captación de turistas) que es el aeropuerto de Málaga», celebra Torres Hurtado.
Siguió en la misma línea: «En mi ciudad se me ha criticado algunas veces porque me parece estupendo que los tourperadores de Málaga y otros sitios vendan la Sierra o la Alhambra como si fuera algo de ellos».
Pero sucede que hace tan sólo un año, el 21 de abril de 2015, el mismo Torres Hurtado se quejaba de que los hoteles granadinos estaban perdiendo turistas porque las entradas de la Alhambra se reservaban para los cruceristas que atracaban en la Costa del Sol, que «vienen a la ciudad, visitan el monumento y se vuelven para la capital malagueña».
Ya sólo nos falta por ver al Ayuntamiento de la capital firmando un acuerdo de promoción conjunta con el puerto de Málaga. O no.
Si nos quedamos en la superficialidad de las declaraciones de Torres Hurtado quizás pudiéramos pensar –equivocadamente– que es un pelín ‘provinciano’, cuando en realidad se trata de un alcalde que le gusta compartir las joyas granadinas con las ciudades cercanas. «¿O es que la Sierra o la Alhambra se han ido a Málaga porque los turistas vengan desde Málaga?», relativizó ante sus colegas del ‘eje andaluz’ con un aplastante razonamiento físicamente irrefutable.
Evidentemente, es público y notorio que Sierra Nevada y la Alhambra no están en la Costa del Sol. Como se ha encargado de demostrar Torres Hurtado reiteradamente, tanto la estación de esquí como el monumento nazarí están en Sevilla.
Chirino, ¿ qué opinión te merecen las justificaciones de Don Sebastian para no tener tren en Granada?.