Categoría: Una noche en el viejo México
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Emilio Aragón, Robert Duvall y los domingos por la mañana
Los domingos se inventaron, entre otras cosas, para desayunar como si no hubiera mañana. Literalmente. Sentarse en una silla cómoda, a poder ser en un lugar fresco, donde el viento remueva las páginas del periódico y revuelva el olor del café por encima de la mesa, y dejar que el tiempo se consuma sin miramientos.…