Santiago Herrero, una gran opción

El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, ha vestido de largo, esta pasada semana en Madrid, su candidatura para optar a ser el máximo representante de la CEOE, tras la renuncia de Gabriel Díaz Ferrán. Las elecciones, previstas para el próximo 21 de diciembre, se presentan interesantes, después de un periodo marcado por una gran inestabilidad. Compiten otros dos candidatos, Joan Rosell, al frente de Fomento del Trabajo, la patronal catalana, y Jesús Banegas, de la tecnológica Ametic. Es posible que haya un cuarto si Arturo Fernández, presidente de la Confederación Empresarial de Madrid (Ceim) se lanza a la carrera e incluso no hay que descartar la presencia de una fémina.

A cada uno de los citados es fácil colgarles sambenitos de cualquier tipo. De Rosell se dice que defendió el Estatuto catalán, antes de su inconstitucionalidad. A Banegas se le vincula con una gran multinacional y Fernández es concuñado de Díaz Ferrán. Santiago Herrero sufre ciertos comentarios malévolos que le señalan como bien visto entre los socialistas. Se le acusa de haber firmado acuerdos de concertación con la Junta de Andalucía y los sindicatos, hasta siete a lo largo los últimos años.

En Andalucía se han logrado éxitos en materia laboral, no solo por la actitud de la patronal sino también por los sindicatos. Se han registrado muy pocos conflictos y la tasa de horas perdidas en huelgas ha sido muy baja. Los empresarios de esta comunidad autónoma han conseguido muy buenas subvenciones concedidas desde la Junta, otra cosa es que no se destinaran correctamente o supieran aprovecharse. En ningún caso se puede culpar a alguien de una impecable trayectoria, como la de Santiago Herrero, cuyo reflejo inapelable fue la reciente renovación en su cargo, en marzo pasado, con un incuestionable y unánime respaldo. El consenso, entendimiento y negociación es buen un ejemplo frente a la confrontación.

Herreros lo ha dicho alto y claro, desde el ámbito empresarial hay que trabajar con autonomía e independencia, en defensa de la libertad de empresa, el diálogo social y la gestión. Herrero es una gran opción, aunque quede mucho por negociarse y pactarse en estas elecciones de la CEOE.