Año interesante

A la hora de hacer un balance del año que se acaba no parecen muchos los argumentos positivos para sacar a la palestra. Desde el prisma local, nuestros ayuntamientos no pasan por sus mejores momentos, mientras que el gobierno regional tampoco parece que tenga capacidad de maniobra o de impulso para marcar el paso político. La oposición al presidente Griñán se las promete fáciles, y me refiero a las elecciones autonómicas, previstas en principio para 2012. Fáciles, por los resultados de las encuestas, especialmente tras la reciente del IESA (Instituto de Estudios Sociales Avanzados), que paga la propia Junta, y que sitúa al Partido Popular al borde de la mayoría absoluta. Y previstas en principio, porque a la vista de los acontecimientos no hay que descartar nada en el calendario electoral. Inamovibles serán los comicios locales en mayo del año próximo, a los que los alcaldes o alcaldesas acuden con fuertes temores, más intensos que otras veces, porque la crisis general tiene derivas locales, deudas, malestares… pero a partir de ahí no creo que haya alguien capaz de garantizar el devenir de las convocatorias a las urnas.
Hay quien apuesta ya por el modelo Leopoldo Calvo Sotelo, que recogió el testigo monclovita de un Adolfo Suárez agotado y casi extinto políticamente entonces, por la autodestrucción que sufrió el partido que él mismo engendró de la nada, la Unión de Centro Democrático (UCD). El caso ahora, salvando las distancias, sería que Rodríguez Zapatero dejara la presidencia en manos de Pérez Rubalcaba. Me cuesta creerlo, pero ahí está.
También me resulta difícil de aceptar la hipótesis de unas elecciones generales adelantadas, coincidentes con las locales, o para el próximo otoño. Me inclino por el cumplimiento de plazos, a pesar de que las cosas para el Partido Socialista, gobernante en España y Andalucía, no le vayan bien. La crisis no parece que afloje y habrá que apretar bastante más en cuanto a medidas, por dolorosas e impopulares que resulten.
Lo que considero inseparable es que en Andalucía iremos a las autonómicas con las generales. Y recuerdo que un ex presidente me dijo que eso es: «Para lo bueno y para lo malo». No hacen falta ya más detalles. Por tanto, un año interesante.