E l pasado miércoles el Banco Mare Nostrum (BMN) se vistió de largo en Madrid. Los máximos representantes de las cuatro cajas que lo integran, entre ellas la de Granada, se pusieron delante de los inversores más importantes de este país para exponerles el trabajo realizado y las expectativas de esta nueva entidad. Allí se dijo que aquello no era una fusión fría sino caliente. Se afirmó literalmente que «el traspaso de activos y el modelo de gestión suponen una auténtica fusión de hecho».
Para entendernos, el BMN empezará a funcionar de inmediato, con el traspaso de todos los negocios de las cajas al banco. Las cajas seguirán con su marcas como franquicias líderes en sus ámbitos de actuación. También, literalmente: «Actuarán como direcciones territoriales, ejecutando la estrategia comercial minorista definida por el banco». Se cumple así el mandato del Banco de España y el acuerdo entre Gobierno y oposición.
Esta salida para CajaGranada parece la más sensata, la menos mala a la vista del panorama, un tanto convulso y en el que se espera que se precipiten los acontecimientos. Su viabilidad en solitario por su escaso tamaño era imposible, no lo aceptaba la autoridad financiera. Su unión-sumisión a otras entidades andaluzas tampoco era lo más beneficioso para Granada.
Por tanto, el camino emprendido parece el más razonable y sensato, siempre y cuando esta provincia no pierda. Y en este negocio, el tema es sencillo que se preste dinero a quien lo necesite, obviamente con las garantías suficientes, pero también con la responsabilidad de apoyar el desarrollo de Granada.
He leído en algún periódico de papel salmón que la presentación en la Villa y Corte tuvo una acogida «excepcional» por parte de los analistas presentes. La impresión es que el trabajo realizado hasta ahora ha sido y es profesional, fruto de un equipo compenetrado y con criterios claros y homogéneos.
Mare Nostrum ha sido el primer banco de cajas en mostrar sus vergüenzas, el detalle de su riesgo inmobiliario, con cifras y posiciones asumibles, como la morosidad, aunque habrá que verlos en otras entidades, porque se dice que nos podemos encontrar con fuertes sorpresas, incluso se rumorea que son la gran debilidad del sistema financiero español. El riesgo de créditos no ofrece exposiciones individuales relevantes. En el caso de CajaGranada este asunto lo tiene bastante encarrilado, tras algún problema con suelos industriales. incluso es significativo que esté a punto de «ocupar» la céntrica y emblemática sede de una conocida constructora venida a menos.
BMN ha hecho bien los deberes, no ha habido enfrentamientos, solo los justos, para la configuración de su gobernanza, en la que posee un alto grado de profesionalidad, y no se han producido disputas políticas, como en alguna otra caja andaluza, que anda a la greña con su socio en eso típico de quítate tú para ponerme yo.
El potencial de crecimiento del banco es elevado, la fortaleza de sus recursos propios le ha permitido realizar un ejercicio de extrema prudencia en la estimación de pérdidas esperada, en esos llamados test estrés. Goza de una aceptable posición de liquidez; es decir, no necesita acceder a los mercados financieros para cubrir los vencimientos en los próximos años.
No parece nada malo el escenario para CajaGranada, si en el ámbito provincial permanece apegada a las necesidades de esta tierra, gestiona bien su patrimonio, mejora en eficiencia, rentabilidad y proyecta su obra social.
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