La mejor encuesta

El domingo pasado me preguntaba si una salida en Andalucía podía ser un gobierno de concentración. Por si hay alguien que no entendió la ‘boutade’ u ocurrencia, la cuestión no tenía trascendencia alguna por resultar a todas luces imposible, excepto provocar la desazón en quienes van de prepotentes en esto de la política y piensan que su partido -los hay de un lado y de otro- se sobra y basta, y si fuera único, mejor. Lamentable.

 

La campaña electoral ha arrancado con el sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un trabajo serio y sobre la base de un elevado número de encuestas, más de 3.000. Me he pronunciado alguna vez sobre estos estudios sobre intención de voto, que ocupan y preocupan tanto a la clase política. Cierto es que en ocasiones aciertan pero no en otras. Primero, porque el número de indecisos, así se manifiestan ahora más del 30 por 100 de los entrevistados, puede provocar un significativo cambio y, segundo, porque es posible que exista un elevado voto oculto incapaz de descubrir el estudio demoscópico.

 

El CIS señala que el Partido Popular roza la mayoría absoluta, que son al menos 55 escaños, cuando la horquilla que le otorga es 54-55. El sondeo beneficia a los dos partidos mayoritarios, ya que les resulta imprescindible esforzarse por movilizar a su electorado. El exceso de confianza es mal consejero ante las urnas y, por otro lado, no está todo perdido. Comparto, en definitiva, eso de que la mejor encuesta son los votos.

 

El segundo hecho relevante que aparece en los albores de esta carrera electoral es el anuncio de la convocatoria de huelga general para el 29 de marzo, cuatro días después de la cita electoral. Los preparativos de esta jornada por parte de los sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras, quizá incidan en el desarrollo de la campaña, o al menos así lo esperan los socialistas. Otro asunto que puede influir notablemente es el devenir judicial del asunto relacionado con el escándalo de los ERE, tras el ingreso en prisión del ex director general de Trabajo, por lo que en el PP creen que les beneficiará. El objetivo en uno y otro caso son esos que no tengan ya el voto decidido.

 

En esta salida, el PP, con Javier Arenas a la cabeza, parte como favorito, nunca antes su partido se ha encontrado en una situación tan ventajosa, tan cerca de alcanzar el poder y lograr la alternancia después de treinta años de gobierno socialista. La pregunta hoy es si los ‘populares’ tienen su techo de votos por encima de la mayoría absoluta o no. La apuesta no vale después del 25 de este mes.

1 Comentario

  1. El techo de votos del PP no está tanto en sus votantes, sino en los votantes del psoe, que o bien se abstengan o bien voten a otros.

    Es siempre lo mismo, el PP no sube, baja el PSOE.

    Ambos deberían mirárselo.
    ¿Por qué el PP no atrae a nuevos votantes?
    ¿Por qué los votantes del PSOE salen despavoridos hacia IU, UPyD o abstención?

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