José Antonio Griñán acertó en no adelantar la convocatoria de elecciones en Andalucía. No siguió el paso de Rodríguez Zapatero, del 20 de noviembre, con las generales, y optó por agotar su mandato. Ir al rebufo siempre ha tenido unas consecuencias muy previsibles. Sirven de respaldo si la cosa va bien o de rechazo si la situación es negativa.
En este caso, las influencias del fin de una época marcada por la crisis no eran las mejores para soportar un severo castigo. Se trataba de luchar contra treinta años de poder, un gran agotamiento, y lo peor, unos casos de corrupción, en los que Griñán ha tenido que dar la cara, aunque no fuera su máximo responsable ni exponente.
Sí parece que el Partido Popular ha acusado el recibo de alguna factura, al perder hasta un 5 por 100 de los votos que recibió el 20N, posiblemente por medidas tales como la subida de impuestos o la reforma laboral, cuyo rechazo por parte de los sindicatos ha provocado una huelga general este próximo jueves.
Griñán ha conseguido que Andalucía se convierta en el Álamo, el fortín socialista frente a la gran marea y hegemonía del Partido Popular en casi toda España. Javier Arenas, a pesar de su gran esfuerzo y trabajo, no ha conseguido llegar a la mayoría absoluta. Su partido tendrá que pasar por un proceso imprescindible de renovación, a la vista del resultado y pensando en el futuro.
En datos objetivos, la gran ganadora ha sido la coalición de Izquierda Unida, al doblar su representación parlamentaria y ser imprescindible para la gobernabilidad socialista. Habrá que esperar y ver cuáles son sus peajes, en unos tiempos marcados por los recursos.
<p>José Antonio Griñán acertó en no adelantar la convocatoria de elecciones en Andalucía. No siguió el paso de Rodríguez Zapatero, del 20 de noviembre, con las generales, y optó por agotar su mandato. Ir al rebufo siempre ha tenido unas consecuencias muy previsibles. Sirven de respaldo si la cosa va bien o de rechazo si la situación es negativa.</p><p>En este caso, las influencias del fin de una época marcada por la crisis no eran las mejores para soportar un severo castigo. Se trataba de luchar contra treinta años de poder, un gran agotamiento, y lo peor, unos casos de corrupción, en los que Griñán ha tenido que dar la cara, aunque no fuera su máximo responsable ni exponente. </p><p>Sí parece que el Partido Popular ha acusado el recibo de alguna factura, al perder hasta un 5 por 100 de los votos que recibió el 20N, posiblemente por medidas tales como la subida de impuestos o la reforma laboral, cuyo rechazo por parte de los sindicatos ha provocado una huelga general este próximo jueves.</p><p>Griñán ha conseguido que Andalucía se convierta en el Álamo, el fortín socialista frente a la gran marea y hegemonía del Partido Popular en casi toda España. Javier Arenas, a pesar de su gran esfuerzo y trabajo, no ha conseguido llegar a la mayoría absoluta. Su partido tendrá que pasar por un proceso imprescindible de renovación, a la vista del resultado y pensando en el futuro.</p><p>En datos objetivos, la gran ganadora ha sido la coalición de Izquierda Unida, al doblar su representación parlamentaria y ser imprescindible para la gobernabilidad socialista. Habrá que esperar y ver cuáles son sus peajes, en unos tiempos marcados por los recursos.</p>