De la semana que concluimos ayer prefiero quedarme con el actual «opio del pueblo», con la goleada frente a Irlanda, un país rescatado, de la Selección de España, medio rescatada, el mismo día que la prima de riesgo y el interés del bono de la deuda sobrepasaban la línea roja de la intervención. Soy de los que prefieren ver la botella medio llena y pienso que mientras hay vida existe esperanza. Cierto es que mi capacidad de sorpresa se ve superada en ocasiones. Insólito que los bomberos de Granada, y de cualquier otra parte del mundo, tengan que entrar en un quirófano para intervenir a un paciente porque los cirujanos no tenían capacidad para quitarle un tubo que había introducido en su pene, salvo recurrir a la amputación. Sin duda, un hecho noticioso por lo insólito, que ha demostrado una vez más la profesionalidad y valía de los periodistas de esta cabecera. La ‘scoop’ nos ha hecho estar en primera línea, sin violar principios éticos o legales, salvo para quienes están instalados en la envidia o hipocresía. Nos recompensa el seguimiento de nuestra amplia audiencia.
Y hablando de IDEAL, permítanme unas líneas más de publicidad. El próximo miércoles, este periódico, con 80 años de historia, de contacto con lo más preciado que tiene, insisto, sus lectores, celebrará la entrega de los galardones con los que tradicionalmente premia a personas, empresas o instituciones, que por su labor o trayectoria han destacado a lo largo del último año.
Nos honrará con su asistencia el máximo mandatario de Andalucía, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y se reconocerá a quien fuera el entrenador artífice del ascenso del Granada a la primera división del fútbol español, Fabri; una empresa, Grupo Secuoya, radicada en nuestra capital pero con una presencia nacional y una penetración en la producción televisiva realmente ejemplar; un joven pero ya brillante e internacional director de orquesta, Pablo Heras; una institución que cumple cincuenta años de compromiso solidario y de ayuda a los necesitados, como es Cáritas, en unos tiempos de crisis en los que su labor se hace casi imprescindible. Y, por último, la labor llevada a cabo por la Diputación y el que fuera anterior consejero de Turismo, Luciano Alonso, en un campo fundamental y gran motor económico, generador de empleo, como es el sector turístico, en el que es imprescindible la colaboración y el consenso entre todas las administraciones, aunque su signo político sea distinto, ya que por encima de todo tiene que estar el desarrollo de Granada. Todos ellos ofrecen la mejor visión de Granada, por la que hay que apostar. Seamos optimistas.
Y hablando de políticos, ha saltado a las primeras páginas el nombre de Javier Arenas por su renuncia a presidir el PP de Andalucía. Aunque esperada, la noticia ha provocado movimientos y disensiones por el momento y las formas. También en el PSOE granadino se toman posiciones de cara a lo que serán los próximos cuatro años en la vida orgánica del partido. Si el melón en la sucesión de Arenas ya se ha abierto, el de Griñán irá madurando. La renovación en ambas formaciones no ha hecho mas que empezar. ¿No les parece?