Claro y rotundo lo ha dicho esta semana el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro: «No hay dinero en la caja». Pero no parece haber convencido a muchos ciudadanos, cuando el jueves salieron a la calle miles de manifestantes. Mi primera pregunta es: ¿No se creen que estemos en esa situación o prefieren que sean otros los recortes, en ese caso cuáles? Más bien opino que se trata de un severo malestar, sobre todo cuando a uno le tocan la cartera, porque mientras sea a otros… El «detraimiento» o supresión de la extra de Navidad a los funcionarios ha provocado el levantamiento de un colectivo, que si bien tiene garantizado su puesto de trabajo –al menos, de momento– no se ha caracterizado por recibir una retribución elevada sino todo lo contrario.
Rajoy insiste en que hace lo que debe, lo imprescindible y necesario, pero hay quien teme que tanto recorte y subida de impuestos pueda provocar un descenso del consumo, menor recaudación tributaria y un mayor decrecimiento económico, además de iniciarse ya una pérdida en el estado del bienestar. Nadie duda del cumplimiento del déficit, aunque pueda ser con mayor flexibilidad, y que los intereses para pagar deuda son insostenibles. Si el anterior Gobierno perdió la confianza y credibilidad, parece que el actual no ha conseguido recuperarla ni un ápice, a la vista de los resultados. ¿Pero hay alguna fórmula mágica, podemos doblegar al BCE o a Merkel? Me temo que nos queda sufrir, todavía con el rescate al sistema financiero. Falta reestructurarlo, que es lo mismo que sanearlo, lo que incluirá muy posiblemente cierre de entidades inviables, con un coste social muy elevado. Y queda por saber, de manera definitiva, cómo se afrontarán los problemas económicos que padecen las autonomías. Este viernes se alcanzaba el récord histórico de la prima de riesgo, al sobrepasar la barrera de los 600 puntos, debido a la decisión de la comunidad valenciana de pedir el rescate a la Administración Central para poder financiarse. Han sido varias regiones las que han recurrido ya a adelantos de caja para realizar pagos inaplazables, como sueldos. José Antonio Griñán ha pedido una entrevista con Rajoy para que éste le explique cuál es su estrategia en materia autonómica. El presidente de la Junta considera que el clima de este encuentro debe ser de cooperación, como sería de esperar el de la reunión del mismo Griñán con el nuevo líder de la oposición andaluza, Juan Ignacio Zoido, prevista para mañana lunes. No estaría mal que los políticos, con independencia de la aritmética de los resultados, caminaran juntos, dieran imagen de unidad y se atrevieran con algunos gestos que reclama la ciudadanía. No se si será demasiado tarde, porque es posible que ya no nos salve nadie del rescate. ¿No les parece?