Este próximo miércoles concluye el plazo para la presentación de los avales necesarios de los aspirantes en el PSOE de Andalucía a las primarias como candidatos a la presidencia de la Junta. Se ha criticado mucho el carácter exprés de este proceso, pero es el que fue aprobado por el propio partido a priori. Por tanto, no es de recibo cambiar las reglas o el reglamento cuando se juega el partido. Eso sí, debe ser todo legal y a nadie se le pueden vulnerar sus derechos.
Es lógico que quien esté más introducido en la estructura, o aparato del partido, lo tenga más fácil. Pero convendrán conmigo que aquel que no consiga los casi siete mil avales dentro de su partido, difícilmente pueda alcanzar dos millones de votos en esta comunidad autónoma, que son los que se necesitan para gobernar. Porque, no olvidemos, que en las elecciones siempre se trata de ganar, lo de participar es un vano y estéril consuelo para los perdedores.
Dos de los candidatos con más posibilidades (el alcalde de Jun merece otro comentario) son miembros del actual Consejo de Gobierno: Susana Díaz, de Presidencia e Igualdad Social, y Luis Planas Agricultura y Medio Ambiente. A pesar de la presencia institucional de ambos, sus biografías y perfiles son claramente distintos y diferenciados. Se acusa a Díaz de haberse criado y crecido exclusivamente en el ámbito orgánico socialista y se responde que tiene la misma trayectoria en política que el eterno candidato del PP de Andalucía, Javier Arenas, hasta que entró como ministro -donde no lo hizo nada mal- del Gobierno de Aznar y llegó a ser su vicepresidente. Planas posee una larga experiencia, hasta tres veces consejero, europarlamentario, alto cargo en Bruselas y embajador de España en Marruecos, pero se le critica su escaso grado de conocimiento entre la ciudadanía y se duda de la capacidad que pueda tener de ganar unos comicios autonómicos, que es de lo que se trata.
Obviamente, con 61 años, no representa la renovación que pretende el PSOE andaluz, frente a lo que supone una mujer que no llega a los 40.
Esperemos al jueves y veamos los avales, sin que haya que descartar alguna que otra sorpresa. Si más de uno los logra, que creo que sí, habrá primarias el día 29 de julio. En ese punto no olvidemos ese grado contestario y hasta ácrata que tiene la militancia socialista contra el poder establecido. ¿Se acuerdan de lo de Almunia y Borrell? Puede repetirse, o no. ¿No les parece?