La Justicia lenta no es Justicia

Cerramos hoy una semana un tanto corta, pero no por ello de baja intensidad. Hemos sabido que la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía está investigando la presunta financiación irregular del Partido Popular de Almería, a raíz de la denuncia de una asociación ciudadana, sobre los posibles pagos de una constructora a cambio de adjudicaciones de obras. El PP lo niega todo, como no podría ser de otra manera, por lo que debe prevalecer la presunción de inocencia.

Tenemos en Almería, precisamente, otro importante antecedente sobre corrupción destapado hace ya cuatro años, el llamado ‘caso Poniente’. El 20 de octubre de 2009 fueron detenidas una veintena de personas, entre ellas el entonces alcalde de El Ejido, Juan Enciso, y quien era interventor del Ayuntamiento, José Alemán, además de empresarios y miembros de sus entornos familiares. Ambos fueron presos preventivos durante ocho y nueve meses, respectivamente, y forman parte de los más de setenta imputados, en un sumario que ocupa más de 250.000 folios, iniciado en abril de aquel 2009 tras la denuncia presentada por trabajadores de una empresa municipal.

El pasado mes de septiembre los vocales del Consejo General del Poder Judicial adscritos a Andalucía admitieron los problemas y el gran atasco de los tribunales almerienses. Respecto al ‘caso Poniente’ señalaron que la instrucción está próxima a concluir, a falta de unos informes periciales por parte de técnicos de la Agencia Tributaria. Desde luego, mal vamos si no existe voluntad política de ayudar a la Justicia, porque da la sensación de que se intentan tapar o alargar aquellos casos de posible corrupción que implican a los propios políticos.

Insisto en que ahora más que nunca hace falta una Justicia con suficientes medios y con profesionales valientes, capaces de trabajar por el cumplimiento de la ley. La Justicia lenta no es Justicia y son necesarios castigos ejemplares para quienes desde el ámbito público se aprovechan de su condición para lucrarse.

Confiemos que estos casos de presunta corrupción que se investigan en Almería, y en otros tantos lugares, concluyan lo antes posible. Hay que poner luz a tanta penumbra, como dijo Louis Brandeis, juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, «la luz del sol es el mejor desinfectante». En una democracia no puede existir ningún rincón para albergar sombras o sospechas. ¿No les parece?