Ya se sabe, nos dirán que las comparaciones son siempre odiosas, que no pueden mezclarse churras con merinas, que son muy distintas y, además, que no vale porque se trata de algo muy subjetivo. Dos capitales y provincias que nada tienen que ver, por no entrar a desconsiderar y decir que esto es una burda manipulación. Además, habrá quien nos diga que fomenta la envidia, uno de los peores males que padece el ser humano. Sí, ya, pero cualquier granadino que haya visitado o viajado por Málaga hace quince años y lo haya hecho ahora, habrá notado significativos cambios en la vecina capital y provincia. Tendrá muy presente que el AVE llega a Málaga desde hace más de seis años y goza de un súper aeropuerto que deja en ridículo a la terminal de Chauchina. El puerto ha transformado una gran parte de la ciudad, al abrir el casco histórico al mar y situarse en uno de los destinos emergentes del turismo de cruceros. Poco hay que decir de la segunda circunvalación malagueña, inaugurada en 2011, frente a la inconclusa de Granada. Quizá lo más relevante a favor de Málaga es que ha sabido situarse en menos de dos lustros como una capital cultural de primer orden. Los recintos museísticos, vinculados fundamentalmente a la pintura, con el Picasso, el Thyssen y el Centro de Arte Contemporáneo, se han convertido en una referencia internacional y esperan ampliar la oferta con la llegada del Pompidou, sin olvidar que han logrado consolidar un festival de cine.
La crisis ha llegado a todos los lugares, pero los proyectos empresariales malagueños han sabido defenderse en el campo de las nuevas tecnologías y especialmente poner en marcha en la capital iniciativas relacionadas con los nuevos conceptos de ‘smart-city’, vinculadas al desarrollo sostenible, barato y no contaminante.
Este segundo Informe IDEAL que presentamos hoy en la edición impresa es un laborioso y profesional trabajo de carácter periodístico, de buen periodismo –que nuestros lectores nos reconocen como el diario más leído de Andalucía– en el que se ofrecen datos, cifras, pero sobre todo fotografías visuales y de situación de dos realidades muy distintas, la de Málaga y la de Granada. Esta última la conocemos y padecemos. Los lectores tienen oportunidad de valorar, aunque como decía al principio la mera comparativa nos deja en una situación bastante lamentable.
Málaga está donde está por méritos propios. Ha sabido mejorar sustancialmente sus infraestructuras y transformar en este tiempo una capital sin apenas atractivos culturales y turísticos en un destino muy competitivo. Es verdad que no se pueden poner puertas al campo, y tampoco el desarrollo hay que vincularlo exclusivamente a determinados nombres propios de ministros, o que para lanzar y proyectar la imagen de un evento sea necesario contar con un famoso personaje.
Este Informe IDEAL cumple su misión como medio de comunicación para servir, defender y buscar el mejor futuro de Granada. Que cada uno reflexione, juzgue su papel y las aportaciones que sea capaz de realizar, desde el ciudadano de a pie al empleado o empresario y, sobre todo, quienes tienen responsabilidades públicas. Se puede aprender de quien lo hace bien. ¿No les parece?