Las encuestas son para los ‘master chef’

Estamos en plena digestión del escandalazo de Jordi Pujol, el catalanista transformado en independentista, que de honorable ha pasado a execrable, ya apuntaba a impresentable cuando escribió al iniciar su carrera política que el andaluz es «alguien falto de coherencia y anárquico, que vive en un estado de ignorancia y miseria cultural, mental y espiritual». Años después al redescubrirse su ‘obra’ pidió perdón, pero ahora se comprende mejor la dimensión del personaje. El jefe del Gobierno ha tenido dos importantes entrevistas en Moncloa, primero con el flamante líder de la oposición, el socialista Pedro Sánchez, en la que ambos expresaron que no habrá consulta catalana. Sin embargo, Artur Mas, que acudió después, se manifestó persistente como la sequía. El presidente de la Generalitat le dijo a Rajoy que mantenía la convocatoria. Lo único bueno es que ambos parecen abiertos a mantener el diálogo. Esperemos que no sea entre sordos. Me quedo esta semana con lo que señaló este viernes el máximo dirigente popular sobre que «la recuperación económica ha venido para quedarse».

A quienes no les ha faltado trabajo estos días ha sido a ciertos funcionarios judiciales y de prisiones. Primero, Jaume Matas, ex ministro y ex presidente de Baleares, entró en la cárcel de Segovia; después Carlos Fabra, ex presidente de la Diputación de Castellón, ha sido citado en septiembre para comunicarle su ingreso en prisión; el también ex presidente de la Diputación de Orense José Luis Baltar ha sido condenado a nueve años de inhabilitación; el anterior alcalde de Torrevieja (Alicante), Pedro Hernández Mateo, entró en el centro penitenciario de Murcia. En fin, suma y sigue. No somos un país corrupto, pero casos hay. ¿Demasiados? Me tranquiliza que la Justicia funcione, aunque sea lenta, goce de pocos medios y sufra por las reformas que desde el poder político no colaboren a despolitizarla. Alguien sensato como es Felipe VI, ha anunciado la puesta en marcha de mecanismos de transparencia respecto a las cuentas de la Casa Real y decide impedir que los miembros de su familia tengan negocios o trabajen por cuenta ajena. Si esto hubiera llegado antes, otro gallo habría cantado.

Y por nuestras tierras el sondeo de Egopa, el denominado CIS andaluz, ha removido el panorama partidista. Según la encuesta, la irrupción de Podemos beneficia al Partido Popular y logra un empate técnico con el PSOE. Tremenda la influencia de la formación de Pablo Iglesias, que estamos convirtiendo en el eje político de este país, cuando queda por ver si se presenta a las próximas municipales. Y después veremos. La encuesta hace muy feliz al PP y dice que el efecto Susana Díaz se diluye, pero debería explicar cómo es así cuando ella es la primera líder con una puntuación de 5,4, la única que aprueba, incluidos dirigentes nacionales, mientras Moreno Bonilla tiene una valoración de 3,6. Como estos trabajos tienen cocina, no se sí mucha o poca, quizá deba responder algún buen ‘master chef’. A partir de ahora no les faltará trabajo. ¿No les parece?