El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo ayer sábado en la convención autonómica que celebró el Partido Popular en Madrid que «no estamos para ‘amateurismos’ en los momentos que vivimos». No lo tengo demasiado claro, porque quizá uno de los grandes problemas que perciben actualmente los ciudadanos sean los excesos de quienes se han tomado la actividad política como única profesión, cuando debería ser más bien una ocupación y, fundamentalmente, un servicio público. Desde luego, lo peor es que haya quien la ha utilizado en beneficio propio o de los suyos para enriquecerse o malgastar.
Este jueves, José Antonio Griñán, ex consejero de Hacienda y ex presidente de la Junta de Andalucía, de quien no dudo de su honorabilidad, declaraba ante el juez instructor del Tribunal Supremo en la causa de los ERE. Admitió que se produjo «un gran fraude» e incluso que las ayudas concedidas de manera aleatoria y sin control merecen una responsabilidad penal e incluso política. La primera está clara que se cumplirá si así lo dictamina la Justicia, pero otro asunto es la política, algo sumamente personal, subjetivo y desdibujado en la actuación de los partidos. Si algo ha faltado entre tanto profesional de la política ha sido la vigilancia y el control ante el patrimonio de todos. Las respuestas posiblemente lleguen tarde y parece que los ‘aficionados’ saben aprovechar la circunstancia. A la vista está el posicionamiento en Andalucía de Ciudadanos y Podemos respecto al apoyo en la investidura de Susana Díaz, al pedir a cambio la dimisión de Griñán y Manuel Chaves. El ‘amateurismo’ llega poniendo el listón muy alto, aunque les falte concretar otras muchas cuestiones.
Es uno de los problemas con los que se enfrenta la dirigente socialista. Todos sus rivales quieren cobrarse el adelanto electoral por el que ella optó, a pesar de su indiscutible victoria y amplia mayoría. Guste o no, los andaluces se expresaron en las urnas y el resultado indica que a partir de ahora habrá que dirigir esta comunidad autónoma con negociación, diálogo y consensos. Impedirlo o esperar a que se celebren las municipales para no quedar retratado es una irresponsabilidad hacia esta tierra. Entiendo que quien se estrena en política no goce de experiencia suficiente y piense que los golpes de efecto son importantes, pero quien lleva tiempo en ella sabe muy bien lo que es responsabilidad política, estabilidad y gobierno para todos. Y me refiero con nombres y apellidos a Griñán, Chaves, Rajoy o Moreno. Porque no me dirá nadie que los intereses personales o partidistas pueden estar por encima de los de Andalucía. ¿No les parece?