Tras las festividades navideñas nos queda un muy mal sabor de boca con los atentados terroristas de Berlín y Estambul. Algo nos endulza la bajada el paro conocida esta semana. No es para que caigamos en triunfalismos cuando la creación de puestos de trabajo se hace mayoritariamente en unas condiciones marcadas por la temporalidad o la precariedad salarial, pero hay indicios de que lo peor ha pasado y continuamos en la senda de la mejora económica. Llama positivamente la atención que las provincias andaluzas donde más ha bajado en términos relativos el desempleo durante 2016 hayan sido Jaén, la primera, con un 10,52 por 100; Almería, segunda y un 10,31 por 100, y Granada -la cuarta-, con un 8,74 por 100, una centésima por debajo de la tercera, Córdoba.
Esto ha ocurrido a lo largo de los últimos doce meses con un gobierno en funciones, nada activo en propiciar políticas de fomento del empleo, y un ejecutivo andaluz, estable e hiperliderado, pero con algunos segundos niveles que ni están ni se les espera. Es verdad que si las cifras de reducción del paro en Andalucía son mejores que las de España, ha podido ser por el esfuerzo presupuestario realizado en esta comunidad para dar impulso o ejercer de motor de arranque para crear nuevos tejidos y modelos productivos, porque ya sabemos que los subsidios de antaño no dieron resultado alguno. En estas fechas recientes que dejamos atrás ni los villancicos ni otras músicas celestiales han puesto sordina a las guerrillas políticas internas, como la que arrastran en Podemos Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, en un claro ejemplo de la vieja y peor política que rechazaban. El PSOE también ha sido víctima con la apertura de una sede paralela en la misma calle Ferraz de Madrid, aunque simplemente haya sido una provocación por parte de unos pocos. Hay que reconocer que la gestora socialista da muestras de sensatez, pero lo que no conocemos son los movimientos subterráneos o sentimientos de la militancia de cara al próximo congreso, sobre el que ni hay fecha ni candidatos todavía visibles. En política ese tiempo, antes del verano, es ahora una eternidad. El PP, a lomos del poderío de Rajoy y la expansión del ‘marianismo’, hacen posible que hasta se haya apostado estos días por la renovación de su candidatura ante un tercer mandato. Puede parecer ciencia ficción, sin embargo todo es posible y más conociendo la perseverancia del personaje y su sentido del tiempo.
Y acabo como empezaba, brindo por quienes son capaces de crear puestos de trabajo, empresarios e inversores, y que sea el año del empleo en España, Andalucía y nuestra provincia. Mejor nos irá a todos. ¿No les parece?