No es muy frecuente contemplar que Granada cumpla sus aspiraciones. Esta semana supimos, primero el lunes, que el tan ansiado AVE llegará el próximo 26 de junio. Al día siguiente, el Granada CF lograba el ascenso automático a la Primera División del fútbol español. Son dos noticias sumamente beneficiosas para esta ciudad y provincia.
La infraestructura ferroviaria pone fin a más de dos décadas de retrasos injustificados, anuncios y promesas incumplidas. Entre ellas, merece la pena recordar lo que afirmó en julio de 2002, hace 17 años, el entonces ministro de Fomento, Álvarez Cascos: «El AVE llegará a Granada el mismo día que a Málaga». En la vecina capital empezó a funcionar en 2007. Aquí entrará a la estación de Andaluces en una sola vía y atravesará a muy baja velocidad el túnel de San Francisco, que data del siglo XIX aunque ha sido reforzado. La construcción de la Variante de Loja para salvarlo aparece ya en el horizonte, a la vista de la licitación iniciada de su primer tramo, pero largo nos fían lo del soterramiento.
Estar a más de tres horas de Madrid no es excesivamente competitivo en tiempo ni en precios pero supone una oferta interesante para muchos foráneos, sobre todo cuando exista conexión con la capital de la Costa del Sol. Es una oportunidad que puede cambiar la configuración de nuestra ciudad de manera positiva si sabemos sacarle el suficiente partido, con la promoción de ofertas turísticas atractivas, que las tenemos y que habrá que saber vender bien para que el turista no se conforme con visitar únicamente la Alhambra, que goza ya de una afluencia suficiente y limitación en su aforo diario. Debe ser cuestión prioritaria para los que formen parte, a partir del próximo sábado, del gobierno local con su alcalde al frente, sea quien sea. De aquí a entonces se cuajarán los pactos y acuerdos. Veremos si hay vetos o cordones sanitarios o si salta alguna estrambótica propuesta que, pese a su legitimidad, sería difícil de entender para la mayoría de los granadinos.
El otro acontecimiento que ha venido a reforzar la maltrecha autoestima de los granadinos ha sido el ascenso directo de nuestro equipo de fútbol. Los beneficios son innumerables, desde los ingresos económicos para muchos sectores hasta servir de escaparate de nuestra ciudad ante miles de espectadores. El logro ha venido a cumplir las mejores expectativas y premiar el esfuerzo y el trabajo deportivo desarrollado por su entrenador, Diego Martínez, y toda su plantilla a lo largo de la temporada, pero también desde el punto de vista de la gestión empresarial, con Antonio Monterrubio a la cabeza, que ha sido capaz de sacar del club de algunas sombras y reestructurarlo de manera eficiente. El propietario del Granada, el chino Jiang Lizhang, cumplió su promesa de retornar a la primera división en dos años, por lo que se merece reconocimiento. Ahora hará falta que la apuesta sea la permanencia sobre la base de una renovación y consolidación del equipo.
Jugaremos en la mejor liga del mundo y tendremos AVE, pero Granada no puede dejar de aspirar a un mejor futuro, especialmente con el desarrollo de un tejido empresarial moderno, competitivo y con el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, gracias al conocimiento que es capaz de ofrecer nuestra Universidad. La puesta en marcha del acelerador de partículas es el mejor exponente de un proyecto en el que merece la pena que todas nuestras instituciones se dediquen a impulsarlo en este nuevo ciclo político desde todas las administraciones, local, provincial, autonómica o nacional. Los próximos cuatro años tienen que dar muchos frutos ¿No les parece?