Mi tertulia cofrade con… Manuel Montes

Manuel Montes

La Cuaresma de 2014 está siendo especial para el joven cofrade Manuel Montes, ya que ha tenido la oportunidad de pregonar a los jóvenes de las hermandades del Zaidín.

Y es que este cofrade, vinculado a las cofradías de La Cañilla y La Alhambra, tiene mucho que ver con el movimiento joven de las cofradías granadinas, ya que ocupa el cargo de Vocal de Juventud en la Federación de Cofradías de Granada.

 

– ¿Cuánto tiempo lleva en su hermandad? ¿A qué hermandades pertenece?

Con tan solo 9 años comenzaba como hermano, en fila, en la hermandad universitaria, como profesando devoción al Cristo de la Sangre y María Santísima de los Remedios, en la que estuve durante muchos años hasta que desaparecieran ambas imágenes. Desde 2004 hermano de la cofradía de la familia, de la Cañilla; y desde el pasado año en la hermandad de Santa María de la Alhambra.

 

– ¿Cómo vive el día de su salida procesional desde que se levanta? ¿Cuál es el momento que vive con más emoción?

Desde que me levanto, o más bien desde que el Lunes Santo me voy a la cama, el nerviosismo y la ilusión se apoderan de mi. El Martes Santo es muy importante y especial en casa, pero todos hacemos para que el nerviosismo no nos invada. Ni una sola nota cofrade intentamos que se escuche en casa, para poder disfrutarlas en la calle, cargando los kilos del Rey del Realejo, el Señor de la Humildad.

 

En mis otras salidas procesionales también hay nerviosismo, pero la Semana Santa está más avanzada. El Viernes Santo como pertiguero de la Madre de la Soledad a las tres de la tarde, un momento muy especial. El Sábado Santo bajo María Santísima, y por último el Domingo de Resurrección guiando a los jóvenes que portan a Cristo Resucitado.

 

– ¿Cómo se presenta la Cuaresma para usted?

Una más podría ser, pero es la última de un periodo diferente, especial y duro en trabajo. Este año finalizo mi periodo como vocal de juventud de Federación y esto hace que asista a miles de actos y compromisos de forma protocolaria por última vez. Mis responsabilidades en la junta de gobierno de la hermandad alhambreña, mi fervor cofrade, mi pasión por este mundo… no harán que desaparezca de actos y actividades, cultos y oraciones, sino que seguiré asistiendo pero sin protocolos institucionales. En la fe, es una nueva cuaresma donde debo retroalimentarme, volver a vivirla con fe y pasión, dejándome guiar por el señor y acercándonos a su misterio, la Muerte y Resurrección.

 

– ¿Y para su hermandad?

Un año más, como en todas las hermandades, llenas de preparativos e ilusión, con agendas cargadas de actos, reuniones y ensayos.

 

– Como cofrade, ¿cómo ve el estado de salud de la Semana Santa de hoy en día?

El estado de salud es bueno. No lo califico de excelente, pues en el apartado de la profundización de la fe donde se flojea un poco, pero en general es bueno, ya que las hermandades están muy vivas, llenas de gente que toma como referencia a esta cara tan visible de la Iglesia.

 

– Un deseo para la Semana Santa de 2014.

Que no llueva es el deseo mayoritario, pero me atrevo a pedir que cada uno de los cofrades que formen parte de un cortejo o que vivan las hermandades en la calle tengan un encuentro personal con Dios en esos días mágicos.

 

DE CERCA:

– Un recuerdo de su infancia como cofrade:

En Plaza Larga, Jesús de la Pasión levantaba a pulso con la marcha ‘Saeta’, y sin darme cuenta comenzó a caminar al romper la marcha. Aunque me costara reconocerlo y estuviera avergonzado, fueron mis primeras lágrimas como cofrade, emocionado en las calles de Granada.

 

– Una Imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:

Señor de la Humildad

 

– Una Imagen de Virgen de nuestra Semana Santa:

María Santísima de la Victoria

 

– Una hermandad, que no sea la suya:

Jesús Despojado

 

– Una marcha:

La Madrugá

 

– Un momento especial de la Semana Santa (que no sea con su cofradía):

El Silencio de regreso por la Carrera del Darro.

 

– Su rincón para ver cofradías:

El rincón de cada hermandad.

 

– Su momento más feliz como cofrade:

Es imposible quedarse con uno

 

– Y el que le hubiera gustado no vivir:

La Semana Santa de 2007 llena de lluvia y tristeza.

 

– ¿Con que adjetivos definiría nuestra Semana Santa?

Humilde y única

 

– Cuéntenos alguna anécdota cofrade que haya vivido usted.

Si por anécdotas fuese, podría, a mi corta edad, escribir un libro, y es que la Semana Santa y el mundo cofrade dan para mucho, pero por contar una puedo decir que es bastante divertido recordar la primera vez que intervenía en solitario en las ondas radiofónicas en un programa cofrade. Era Domingo de Ramos y Jesús Cautivo estaba parado en la calle San Matías. Era el primer momento en el que me encontraba solo con el micrófono y el dichoso pinganillo del retorno. El nerviosismo se apoderaba de mí y, por evitar escuchar el retorno de mi propia voz por el pinganillo, hablaba muy alto para los oyentes. Cuando me di cuenta estaba un joven interpretando una saeta y los que me rodeaban me miraban con cara de circunstancia hasta que me di cuenta de la situación y le acerqué el micro al saetero.

 

– Por último, a quien vaya a ver su cofradía este año en la calle, ¿en que le destacaría que debe fijarse?

En el caso del Señor de la Humildad, en su presencia en la calle, en su andar imponente. Si acude a ver la Soledad el Viernes Santo, en su soledad y amor derramado al pie de la cruz. El Sábado Santo en todo el dolor de la Madre de las Angustias que se va tornando alegría con el pasar de las horas y la cercanía de la Vigilia Pascual. Y por último, con el Dulce Nombre y todos los infantes que lo portan, la alegría y el resonar de las campanas de barro.