Mi tertulia cofrade con… Alberto G. Gilabert

Gilabert

Alberto Manuel García Gilabert es Hermano Mayor de la Cofradía de la Gloriosa Resurrección de Ntro. Señor Jesucristo y Santa María del Triunfo Reina de los Cielos de Almuñécar desde el año 2006.

 

Aunque ahora lo sea en funciones, al dimitir el anterior Hermano Mayor, su vida cofrade ha estado siempre íntimamente ligada a esta hermandad. Además, participa activamente en la vida de otras corporaciones sexitanas, formando parte de la Tertulia Cofrade El Candelabro de Cola.

 

– ¿Cuánto tiempo lleva en su hermandad? ¿A qué hermandades pertenece?

Llevo en mi Hermandad 28 años de los 31 años que tengo. Con tan sólo 3 años entre a formar parte de la lista de hermanos de esta nueva Cofradía que se fundó en el año 1986. En Almuñécar soy hermano también de la Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores y de la Cofradía del Sto. Entierro de Cristo. En Motril soy hermano de la Hermandad de la Divina Pastora, y en Granada de la Hermandad de San Agustín. 

 

– ¿Qué significa para usted ser el hermano mayor de su cofradía?

Para mí ser Hermano Mayor ha sido como una continuidad de la trayectoria que he llevado en mi cofradía. Como he dicho, desde pequeño he formado parte activa de ella, ya que mi familia ha sido fundadora de la misma. Mi tía, con la que estaba muy unido, fue Hermana Mayor desde el año 1986 hasta 2002 y con ella he ido aprendiendo y creciendo en lo cofrade. Después de pasar por casi todos los cargos, ser Hermano Mayor fue simplemente un paso más. Un paso que me tome con la misma responsabilidad y con el mismo orgullo que en cualquier otro cargo, lo mismo que espero cuando deje de serlo. Ser Hermano Mayor de la Cofradía que sientes y quieres no debe significar algo distinto a ser secretario, tesorero o un simple hermano. Tan sólo ser hermano debe significar compromiso, pasión, responsabilidad y muchas veces paciencia y comprensión.

 

– ¿Cómo vive el día de su salida procesional desde que se levanta? ¿Cuál es el momento que vive con más emoción?

El Domingo de Resurrección para mí es un día muy largo que comienza el Sábado Santo a las 8:00 horas de la mañana, que es cuando hacemos el traslado de los pasos a la Iglesia de la Encarnación, de allí nos vamos de madrugada para volver el Domingo en la mañana, ya que nuestra salida procesional es a las 11.00; o sea, que dormimos muy poco, por no decir nada.

 

Para mí estos dos días en un uno, son una mezcla se sentimientos, de nerviosismo, de recuerdos, de responsabilidad. Lo primero que hago nada más levantarme es asomarme a la ventana y ver el tiempo; después rezo un Padrenuestro y no puedo evitar cogerme 5 minutos para volver a mi niñez  y estar con el recuerdo de mi tía Kina siempre presente. Ya por último me visto y me voy para Iglesia; y aquí es cuando vivo el momento de más emoción, cuando llego temprano y veo a mi Cristo Resucitado y mi Madre del Cielo esperando con todo preparado; es ahora cuando paso un rato a solas con Ellos, cuando les rezo y cuando siento que para mí son el mismo Jesús y su misma Madre los que están allí.

 

– ¿Cómo se presenta la Cuaresma para usted?

La Cuaresma siempre ha significado para mí el periodo de más actividad del año. A parte de mi trabajo, cualquier rato libre que pudiera tener es dedicarlo al mundo cofrade. Desde el trabajo propio de la Hermandad hasta la multitud de actos cofrades que hay durante estos días, pasando por alguna que otra «escapadilla» a Málaga, Granada o Sevilla es lo que forma mi Cuaresma. También es el periodo que me siento más unido a Dios y dónde vivo más intensamente mi Fe. La Cuaresma es para mí una renovación en este sentido.

 

– ¿Y para su hermandad?

Solemos tener más o menos actividad durante todo el año, pero es en Cuaresma cuando en mi Hermandad nos ponemos las pilas e iniciamos una actividad constante prácticamente a diario. Desde la preparación de nuestro boletín anual, al cobro de cuotas, mediciones y ensayos de horquilleros y limpieza y puesta a punto de enseres; todos los días tenemos abierta la Casa de Hermandad.

 

– ¿Cuáles son los grandes proyectos, o retos, para el futuro inmediato en su cofradía?

En este tiempo que llevo de Hermano Mayor hemos abarcado grandes proyectos y aún quedan muchos por abarcar. Yo tengo una idea de Cofradía que significaría un gran cambio estructural de la misma, creo que ha llegado el momento de dar un paso hacia adelante; pero esto no depende de mí solamente. Además creo que ya ha llegado el fin de mi etapa como Hermano Mayor, siempre he creído que la regeneración es buena y siempre apostaré por ella. Estaré presente siempre en mi Cofradía en el grado que quieran el resto de mis hermanos; pero dejaré que la nueva Junta de Gobierno que esta por llegar elija sus proyectos inmediatos para los próximos cuatro años.

 

– Como cofrade, ¿cómo ve el estado de salud de la Semana Santa de hoy en día?

En líneas generales la Semana Santa y el cofrade en particular está mas preparado, es más responsable y está empezando a tener una idea clara de lo que quiere para su Cofradía, y eso es bueno para la Semana Santa y su evolución. También creo que cada día nos damos más cuenta de que formamos parte de la Iglesia, o sea somos una catequesis pública; y en la misma medida creo que por fin la Iglesia se esta abriendo también a las Cofradías y Hermandades y se está dando cuenta que vamos en el mismo equipo.

 

No obstante las Cofradías también son cultura y se sustentan por sus hermanos. No estamos en un buen momento para abarcar grandes proyectos y muchas veces ni siquiera pequeños, eso merma mucho a las Cofradías que pasan a un estado de pausa y pierden gran parte de su actividad; y es dónde tenemos que trabajar más, buscar esa actividad constante con nuestros hermanos y desde mi punto de vista dedicarla a la formación y la Obra social. En el caso particular de la Semana Santa de Almuñécar veo un estado de estancamiento; con grandes diferencias entre las Cofradías que trabajan durante todo el año y el resto que se pone las pilas en Cuaresma. 

 

– Un deseo para la Semana Santa de 2014.

A parte del deseo típico de todos los cofrades y que por supuesto también es el mío, que no llueva., tengo un deseo muy práctico y es que las calles se llenen de gente durante la Semana Santa, que haya mucho turismo y se llenen los hoteles, bares, restaurantes y comercios. Y por supuesto que todas las Cofradías y Hermandades hagan su estación de penitencia completas, sin ningún problema y que podamos vivir una Semana Santa que nos complete y renueve por dentro y por fuera.

 

DE CERCA:

– Un recuerdo de su infancia como cofrade:

Ir cogido de la mano de mi tía Kina delante de nuestro Señor Resucitado.

 

– Una Imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:

No hay otra Imagen que me transmita más que Nuestro Padre Jesús Resucitado de Almuñécar.

 

– Una Imagen de Virgen de nuestra Semana Santa:

Y no hay otra Imagen que quiera más que Santa María del Triunfo, Reina de los Cielos de Almuñécar.

 

– Una hermandad, que no sea la suya:

Tengo varias, pero quizás me quede con la Hermandad de la Divina Pastora de Motril; siempre me la han hecho sentir como propia.

 

– Una marcha:

‘Soleá dame la mano’, en cualquier momento del año que la escuche siempre me hace volver a vivir episodios gratos de mi Semana Santa. Es mi «yoga cofrade».

 

– Un momento especial de la Semana Santa (que no sea con su cofradía):

La Salida de la Hermandad de la Burriquita de Almuñécar.

 

– Su rincón para ver cofradías:

Siempre disfruto más en las salidas o en los encierros de cualquiera de las Cofradías y en cualquier sitio donde vaya.

 

– Su momento más feliz como cofrade:

Prácticamente todos los que he vivido con la inocencia de un niño que era. Ya de adulto me quedo con dos momentos, la Salida extraordinaria de Santa María del Triunfo en 2008 y el poder pregonar el año pasado a la que es Madre de Almuñécar, la Virgen de los Dolores.

 

– Y el que le hubiera gustado no vivir:

La salida procesional de mi Hermandad del Resucitado del año 2009, tengo un muy mal recuerdo de ese Domingo de Resurrección. Aunque finalmente salió todo bien y pudimos realizar nuestro desfile procesional, hay una imagen en mi memoria que me cuesta mucho trabajo superarla.

 

– ¿Con que adjetivos definiría nuestra Semana Santa?

Pasión, belleza, tradición y FE.

 

– Cuéntenos alguna anécdota cofrade que haya vivido usted.

Me han pasado infinidad de historias, pero cada vez que recuerdo esta no puedo evitar soltar una carcajada. En el proceso de restauración de nuestra Virgen nos tocó trasladarla al taller del escultor en coche. Pues a mitad de camino nos paró la Guardia Civil en un control de carretera; imagínense la cara de esa pareja de guardia civiles cuando abrieron la parte de atrás de la furgoneta. 

 

– Por último, a quien vaya a ver su cofradía este año en la calle, ¿en que le destacaría que debe fijarse?

En la alegría que pretendemos transmitir cada Domingo de Resurrección. En el exorno floral, en la vestimenta de la Virgen, en la gran cantidad de jóvenes que forman parte de la Cofradía, en los horquilleros y horquilleras; y sobre todo en la transmisión de Paz que nos dan la serena belleza de Nuestro Señor Resucitado y Santa María del Triunfo.