Mira que yo a veces me callo, mira que a veces me muerdo la lengua (aunque esto más bien es cuando tengo hambre) pero os voy a ser sinceros: estoy acojonado con los Reyes Magos. ¿Y por qué estoy así con un tembleque retembleque que no veas? Pues porque fui malo, no mucho, pero un poco.
Esto hay que explicarlo, pero es muy sencillo. Mira, yo desde 1958 he sido bueno, pero bueno buenísimo, tanto que naciendo en Compostela hasta creo que hubo quien quería ponerme en la Catedral, junto a San Ignacio de Loyola o San Juan Bautista, alguien de estos, no me acuerdo ya; pero este año…
Así, a bote pronto, y sin hacer esfuerzos, me he acordado de la madre Urdangarín, de la de Blesa, de la de Rato, de la de Juan Carlos, que este hace doblete porque además de su madre me acordé de la de Infanta, que también (aunque en hombre) es él; de las de otros del PSOE, de CC OO de UGT…. yo que sé cuantos; bueno sí, mira esta lista, que tienes más de 126 para elegir.
Pues me acordé de todas esas madres y como comprenderás… pues que no joé, que no, que no es plan, que eso no tiene perdón de Dios, qué culpan tienen esas buenas mujeres de haber tenido como hijos a estos impresentables que a ver si terminan en el trullo…
Claro, yo me acordé de sus madres pues más o menos desde, pon mayo, tal vez junio o julio de este año, y claro, yo entonces pues no era muy consciente de que había algo así como una revalida del comportamiento, que es ahora, cuando vienen los de Oriente; pero desde hace unos día, sabiendo que llegan el día 6, que está ahí, a lado de la esquina…
Como yo siempre me porté bien, pues eso de que vinieran los Reyes desde de Oriente, pues como si vinieran de Villagarcía, Estepona o Teruel, me iba a importar a mí de donde vinieran… me lo tomaba como una fiesta, pero este año… y no es por lo de los regalos, no.
Yo lo que tengo miedo es que con lo que cambia el pensamiento del ser humano en un año, pues que Melchor, Gaspar y Baltasar se hayan vuelto fundamentalistas, yihadistas, o que ya lo fueran y como era bueno…. pues no la sabía, pero como fui malo, que ahora la tomen conmigo.
Y ya sabes como son estos, que te cortan en rodajas y se quedan tan anchos; o sea, anchos ellos, porque las rodajas son de un fino, pero de un fino fino… acojonado que estoy, pero mucho mucho.