Que a un alcalde le rebajen el sueldo a la mitad es algo que le hace gracia, por lo general, a casi todo el mundo; menos al alcalde. Al de Santa Fe quieren dejarlo con el salario mínimo interprofesional, que no tiene por qué corresponderse necesariamente conlo mínimo que cobran muchos de los pocos que trabajan.
El PP se ha apoyado en una tránsfuga para rebajarle la guita a Sergio Bueno, que cuando mira a su excompañera Ana Bella debe pensar aquello de ‘ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio’.
Al socialista no pueden platarle una moción de censura pero entre los populares y la tránsfuga tienen la mayoría suficiente para hacerle perrerías.
Cosas tan graciosas que pareciera que las mociones las presentaran periodistas en lugar de políticos. Como hacer coincidir los plenos con los de Diputación para que el teniente de alcalde no pueda estar en ambos sitios al mismo tiempo.
El diablo periodista se descojona y me dice que aplauda estas ocurrencias. Ya puestos, podrían obligar al alcalde a dejarse un bigotillo como el de Aznar o a presidir los plenos disfrazado de del Papa Pío Nono de Santa Fe. Pero el ángel (Sergio) bueno me alerta de que todo esto es un despropósito y una vendeta personal que bloqueará el pueblo durante cuatro años.
El PSOE está recogiendo ahora los muertos que dejó por el camino durante 30 años. Y al PP le podría pasar lo mismo si no administra su victoria con mesura. Con los mismos argumentos que han esgrimido los populares se podrían reducir los sueldos de todos sus alcaldes.
La dirección del PP no debería permitir estas astracanadas. Entre otras cosas porque los socialistas podrían devolverle la patada en la cara.
Por ejemplo en Almuñécar.
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