Después de un mes, al final nos hemos enterado de que cuando el alcalde y el presidente de Diputación se van de viaje privado a Dubai lo pagan los empresarios de Ditema. Lo normal.
Según esta teoría, la diferencia radica en que cuando un político se pega un voltio por cuestiones públicas lo pagamos entre todos y cuando lo hace de forma privada lo costean entre algunos.
Mal asunto. No hubiera pasado nada si en lugar de enredar innecesariamente, uno y otro hubiesen dicho desde el principio la verdad. Y mucho menos si el viaje, que puede estar justificado, se hubiera pagado desde la administración. Porque el problema es que, a estas alturas, ninguna versión será creíble.
Y la crisis se generó más desde el Ayuntamiento que desde Diputación.
Los políticos tienen la costumbre de hablar a destiempo. O de decir las cosas claras cuando ya no tienen remedio.
En el PSOE son muchos los que ahora hablan de revisión, incluso los que han estado dentro del mismo Gobierno al que critican.
Hay algunos que siempre estuvieron en esta línea. Como José Antonio Pérez Tapias, que no sería de extrañar que aparezca vinculado a movimientos como el de Carmen Chacon o la asamblea de las bases del día 29 en Jun. Donde es probable que se vean a delegados de la Junta de alguna provincia. También están en esta línea militantes granadinos como Pablo Suárez, antiguo alto cargo de la Junta.
Muchos son los que se ubican en la opción Chacon, aunque no lo dirán públicamente mientras no se pronuncie Griñán.
El único que se ha señalado ha sido Luis Salvador.
A veces, solo a veces, el que se mueve primero es el que se lleva el gato al agua.
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