Cuando Felipe González dejó la primera línea política, Santiago Carrillo le dedicó una frase de esas que no tienen escapatoria: «Felipe volverá, aunque él no lo sabe». El expresidente del Gobierno no podía desmentir el presagio del veterano comunista, puesto que –según la sentencia– desconocía su destino y sus propias intenciones.
Salvando las distancias –que tienen forma de años–, la frase de Santiago Carrillo sirve para explicar lo que está sucediendo en la carrera hacia la secretaría provincial del PSOE. El exsenador Luis Salvador es la liebre, aunque, probablemente, él no lo sepa. Así que tampoco podrá negarlo.
Luis fue el primero en presentar una candidatura, envuelta en el movimiento ‘Socialistas por Granada’. Y su atrevimiento puede que haya despertado otras opciones que estaban agazapadas, a la espera de que alguien abriera el camino para sondear hasta dónde llegaba la masa crítica hacia la actual secretaria provincial, Teresa Jiménez.
Esa tercera vía puede ser la del exsecretario de Organización de Granada y actual número tres del PSOE-A, Juan Manuel Fernández, al que un grupo representativo de alcaldes y dirigentes influyentes –por no bautizarlos como históricos– están espoleando para que se presente.
La semana pasada se produjo una reunión de un sector de la militancia en un pueblo cercano a Chauchina, de donde fue alcalde Fernández. A la comida acudieron varios regidores socialistas, aunque niegan que estén secundando la candidatura de Juan Manuel.
El senador se encuentra en una fase de consultas y podría anunciar su decisión en los próximos días. Todo puede desencadenarse a partir de mañana martes, cuando el PSOE celebrará una reunión extraordinaria en Padul donde la secretaria provincial presentará su balance y convocará el congreso. Quedarán dos meses para recabar la mayoría de los apoyos posibles.
En esa empresa está desde hace un mes –como mínimo– Luis Salvador, una candidatura de la que no ocultamos nada si decimos que en la cúpula del partido no le dieron excesiva importancia –otra cosa son las declaraciones de cara a la galería–. Por eso sorprenden los esfuerzos ‘anónimos’ por desactivar una opción que, a priori, se tomaba medio en broma.
En los últimos días, Luis Salvador ha tenido que salir al paso de las críticas –unas veces en privado, otras en público– por su participación como tertuliano en un programa de televisión de corte conservador y aclarar un presunto expediente informativo que le habrían abierto por hacer campaña personal en las elecciones del 20N.
¿Quién está detrás de estas filtraciones? Desde la cúpula del partido señalan a un conocido militante de la zona Norte, ahora sin cargo institucional. Pero puede que también lo hagan de forma interesada.
Nervios y precipitaciones
El ataque lo único que ha conseguido ha sido unir más a un grupo que empezó por una veintena de militantes y que asegura ir creciendo. Una de las últimas reuniones las ha tenido en Beas de Granada y cuenta con el apoyo de las estructuras de agrupaciones del Área Metropolitana como La Zubia, Vegas del Genil y Otura, entre otras.
Las reacciones denotan inquietud en una ejecutiva que dos años después de su elección no reúne –y esto es una evidencia– el respaldo unánime con el que llegó –el 100% de los delegados–. Nervios por lo que ha trascendido y, sobre todo, por lo que se está moviendo entre bambalinas, aunque no se cuente.
El anunció de Luis Salvador aceleró el pronunciamiento de Teresa Jiménez, que primero en reuniones comarcales y después en declaraciones públicas, confirmó que se presentará a la reelección. Tal vez un cortafuego para apagar otras corrientes que pudieran incendiar el partido a nivel interno. Alternativas que ya se estaban gestando.
El encargo de Griñán
Luis Salvador ha «movido el árbol» –la frase es de un diputado socialista– y ha sacudido una masa crítica que está buscando con quién se posiciona. De ahí surge el tercer aspirante, Juan Manuel Fernández, que llevó el día a día del partido en la etapa de Francisco Álvarez de la Chica y aún conserva influencia sobre muchas agrupaciones. Con él estarían alguno de los exparlamentarios andaluces, parte de la estructura del anterior gobierno de la Diputación y algunos alcaldes socialistas. Las agrupaciones más numerosas del PSOE todavía no han destapado sus cartas, aunque juegan al ‘ni contigo ni sin ti’ tan habitual cuando no hay un ganador claro por anticipado.
Juan Manuel Fernández ha empezado a moverse y ha mantenido algunos contactos para calibrar sus opciones, aunque aún no tiene cerrada su candidatura. Probablemente, antes de dar el paso pregunte a José Antonio Griñán cómo vería un cambio en Granada. Fernández es el actual número tres del PSOE-A y Griñán le ha encargado la ponencia marco del próximo congreso regional. También es hombre de confianza de Álvarez de la Chica, que previsiblemente ocupará un puesto de máximo nivel en la nueva ejecutiva andaluza.
¿Qué opina Griñán? El secretario regional acaba de reconocer la campaña del PSOE granadino colocando a Teresa Jiménez en la Mesa del Parlamento. Sin embargo, por primera vez en treinta años no hay ningún consejero de Granada, un vacio que cuestiona la influencia de la actual ejecutiva.
En estos procesos todas las teorías tienen su dosis justa de conspiración malintencionada. Como esa otra que asegura que Griñán no ha pasado por alto el viraje que la delegación granadina dio a última hora en el duelo entre Chacón y Rubalcaba.