Los periodistas y los jueces son, según la última encuesta del CIS, los profesionales peor valorados. Evidentemente, se trata de una generalización, puesto que no hay que descartar que exista por ahí algún togado al que se le tenga en estima.

En cuanto a los plumillas no parece probable.

Los políticos se han escapado porque son personas con muy buen fondo. Alguno incluso con mucho fondo.

A los dirigentes granadinos quizás les haya beneficiado esa ola de buen rollo en la que andan inmersos. Primero, ese idilio entre Sebastián Pérez y Teresa Jiménez, a los que solo les queda mandarse chistes por el whatssapp. Después, Luciano Alonso y José Torres Hurtado subidos en el ‘avecrem’. Y mañana martes, el alcalde comparecerá con Manuel Morales.

Cuánto echamos de menos a Pedro Benzal.

Pero al margen de esta puesta en escena pastelosa, PP y PSOE siguen como estaban, mucho (buen) rollo y poca chicha.. Ni siquiera opinan igual cuando votan lo mismo.

Sucedió el jueves pasado en el Parlamento andaluz, cuando se debatía una iniciativa sobre la construcción del AVE por Loja. La proposición salió adelante por unanimidad pero socialistas y populares mandaron dos notas de prensa contrapuestas.

Según el comunicado de los socialistas, la Cámara andaluza sacó adelante con el voto de todos una iniciativa para instar al Gobierno a que contrate de «manera inmediata los tres tramos de la variante de Loja y la nueva estación del AVE, según el trazado y los proyectos redactados y aprobados».

Horas después, los populares remitieron una nota de prensa con este titular: «El PP vota a favor de la proposición del PSOE sobre la variante de Loja tras retirarse del texto que esta se haga con los proyectos actuales».

¿Qué pasó? Pues esta es la transcripción literal de la enmienda in voce presentada por la parlamentaria popular, Ana Vanessa García:

“El Parlamento de Andalucía insta al Consejo de Gobierno a que se dirija al Gobiero de España para que licite los tres tramos de la variante de Loja y la nueva estación a la mayor brevedad, para hacer realidad en el menor periodo de tiempo una auténtica línea AVE entre Antequera y Granada”.

Y ahora podemos perder el tiempo desmenuzando las palabras y sus matices, rastrear en la hemeroteca para ver quién fue el primer culpable, o reclamar que, de una vez por todas, se contruya el AVE.

Y los periodistas podemos dedicarnos a poner en evidencia estas contradicciones o limitarnos sin más a transcribir las versiones oficiales.

Y así alimentar nuestra mala fama.

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