A falta de conocer en unas horas el candidato oficial, el PP andaluz ya cuenta con varios aspirantes en Twitter, aunque algunos no lo saben. A la delegada del Gobierno, Carmen Crespo, le han creado una cuenta para recoger avales (@CrespoAndPP), por ahora con escaso éxito. Algunos compañeros de la Costa Tropical han insinuado el nombre de Carlos Rojas, sin que haya tenido mucho eco.
La que no estaba improvisada era la plataforma que promovía la candidatura de la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña (@OnaCandidata_), que estaba arropada por sus propios concejales y algunos cargos de relevancia en el PP andaluz.
Curiosamente, Esperanza Oña, a la que en su día pretendió utilizar María Dolores de Cospedal para borrar la huella de Javier Arenas en Andalucía, se podría haber convertido en la mejor baza del expresidente de los populares andaluces para evitar que la secretaria general imponga a su favorito. Hasta que Esperanza Oña se autodescartó -o la obligaron a descartarse-.
Desde Génova han hecho todo lo posible para que José Luis Sanz sea en estos momentos un candidato por descarte.
Es cierto que los movimientos en redes sociales no tienen mayor relevancia. Si alguien quiere presentarse tiene más fácil conseguir 90 avales que 90 seguidores en Twitter -la cuenta de Carmen Crespo no llega a diez-.
Pero lo que sí ha quedado en evidencia es que Mariano Rajoy podrá conseguir un candidato por imposición pero no un líder por consenso.
Se le ha complicado tanto la renovación que lo mismo tiene que recuperar la idea de Fátima Báñez.