Miguel Ríos es imprevisible como un rock and roll. En realidad, Miguel es un rock and roll en sí mismo.
Irreverente hasta que está a punto de desafinar; la fiebre de anteanoche; la juerga de pasado mañana; el tipo que no se arrepiente de haber metido la pata ayer.
A Miguel Ríos, que ya hace tiempo que maneja “taco” -son palabras suyas-, le gustaría vivir de otra manera; pero ya no puede.
Así que hoy, cuando fue a recoger el título de Hijo Predilecto de Andalucía, más que un discurso estaba obligado a cantar un rock and roll. Provocador, como si todavía tuviera que demostrar que no tiene nada que ver con el Dúo Dinámico.
Lo ha dicho Miguel Ríos cuando se ha referido a los políticos corruptos: “No voy a dejar de creer en la música porque algunos músicos desafinen. Lo que haré será no tocar con esos músicos”. Y quienes le invitaron a participar en este concierto del Día de Andalucía no podían esperar del artista granadino que traicionara a su banda. Entre otras cosas, porque Miguel ya está en esa etapa en la que uno puede decir lo que le salga de los rock and rolles.
Por eso, lo suyo no ha sido un discurso, ha querido que sea más bien el grito de la plaza del pueblo.Se vio desde los primeros compases, cuando en lugar de perderse en saludos protocolarios recitó un poema de Ángel González; así, para empezar.
Después se ha metido con Gallardón, ha defendido la Sanidad pública, ha clamado contra la especulación en la Vega de Granada y ha criticado los recortes del Gobierno de Rajoy. No hace falta decir que su intervención no ha agradado demasiado a los dirigentes del PP que asistieron al acto.
Me gusta que la gente aproveche los minutos que tiene para decir cosas; aunque no esté -necesariamente- de acuerdo con ellas.
Pero quizás Miguel Ríos haya tenido hoy un único error: olvidar que hablaba en representación de todos los homenajeados.
Y a todo el mundo no le gusta el rock and roll.
Para discursos, el mitin pronunciado por el alcalde de Huétor Vega (PP) en el acto instoticional de entrega de reconocimientos del Día de Andalucía provocando la indignación de homenajeados ye abandono del acto por gran parte del público asistente y de la oposición. Por muy cerca que estén las elecciones, el alcalde debe respetar los actos institucionales y actuar en nombre de todos los ciudadanos, sean del color político que sean