Un grupo cada vez más numeroso de esta sociedad se divide en dos: entre los que a las 17.14 escriben pamplinas en Facebook y los que a las 17.14 leen las meteduras de patas que otros dejan en Facebook.
A esa precisa hora, el lunes, la directora del Patronato de la Alhambra, María del Mar Villafranca, hizo la siguiente reflexión al hilo de una viñeta del Partido Popular: «La manipulación intolerable del PP ha llegado ya al paroxismo de esta imagen que ubica el Atrio en el interior del recinto. Que los voten los tontos del culo que se crean estas patrañas».
Así, de entrada, me ofendería más que me acusaran de paroxismo que cargar con el elocuente apelativo. Pero, claro, desués de consultar el diccionario tambien preferiría que me llamaran tonto del culo.
He escuchado ya tantas sandeces en esta campaña que a más de uno habría puesto de tonto del culo para arriba. Y a buen seguro que otros muchos -incluso esos mismos- habrán tenido similar opinión sobre mí tras leer lo que escribo. Pero ambos hemos tenido la cautela de no expresarlo en público.
Nadie entregaría un bisturí a alguien que en su niñez tuviera por distracción jugar a los médicos. En cambio, hemos facilitado potentes herramientas de comunicación a quienes solo tienen por afición comunicar y el periodismo.
El PSOE le ha regalado al PP las próximas 48 horas de la campaña cuando ni siquiera estaba claro que los populares quisieran hacer campaña.
Pie de foto: Imagen de un whatsapp enviado supuestamente a Juan García Montero por el emisor que se señala arriba (ampliar). Cantaba el Yuyu que fue al fútbol con un móvil que reconocía la voz y al gritar alguien del público ‘árbitro, cabrón’ le llamó su jefe.
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