Varias personas -en concreto, dos- me han reprochado hoy que este mal llamado diario de campaña lleve varias jornadas atrancado en la sexta entrega, como si acaso en el convenio de los humanos estuviera escrito que podemos descansar al séptimo día.

Esto me hace albergar la esperanza de que algunos me leen -al menos, dos- incluso la duda de que alguien pueda hacerlo con interés.

Podía buscar una explicación, si no real, al menos creíble. Por ejemplo, que decidí no contar nada más en este diario en señal de solidaridad con Telesfora Ruiz, a quien el PP tampoco le deja que dé una rueda de prensa sobre la LAC en campaña. O que ha sido un pacto entre caballeros con Paco Cuenca y me he comprometido a no perpetrar más tonterías si a cambio él no baila batucadas; o que Paco Puentedura me ha chantajeado con hacer pública la foto de cuando me colocó el pin de IU en el mercadillo del Zaidín; o que estoy haciendo méritos para que el PP me dé una de las camisetas verdes del Albaicín. Pero la realidad es que he estado de feria.

Y no es que mi estado de lucidez varié mucho en estas circunstancias, es que no he tenido ni tiempo ni ganas.

Tampoco nos perdimos mucho en esta campaña que dormita; al contrario de los prolegómenos, que fueron tensos y judicializados.

Pero me llegan hoy rumores de varios frentes; distintos ayuntamientos y diferentes juzgados.

La feria no ha terminado.

Pie de foto: Decenas de vecinos paran a Susana Díaz por las calles para reclamarle que ceda la gestión de la Alhambra a los granadinos.

R. L. Pérez