Mi cuerpo podía aguantar más días de vacaciones pero difícilmente era capaz de asimilar más cerveza. Así que vuelvo a abrir este patio de conspiraciones antes de que alguien piense que el buen rollito de la nueva política nos tiene trastocados y nos ha dado por esquivar la polémica lo mismo que los gimnasios.
Al fin y al cabo, las vacaciones están sobrevaloradas y yo nunca cumplo los planes que me propongo antes de empezarlas. Me pasa como a Ana Gámez, que primero dijo que dejaría el gobierno andaluz y al final ha terminado de delegada de Cultura y Turismo. Cosa de la que nos alegramos sobremanera por la colaboración que ella y su equipo prestan siempre a los periodistas.
Mientras este blog estuvo chapado abrió el Centro Lorca sin el legado del poeta. Que viene a ser como el aeropuerto de Castellón sin aviones; la presa de Rules sin tuberías; o Torres Hurtado sin Luis Salvador; realidades incompletas que por separado no tienen la misma utilidad.
Y en política es clave sentirse útil y adaptarse a las circunstancias; estar pendiente de las pequeñas cosas que preocupan a los vecinos. El nuevo presidente de Diputación, José Entrena, lo ha interpretado a la perfección.
Nos queda mucho por barrer en el curso que ahora empieza.
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