El alcalde de Maracena anda “muy descontento” con la gestión de la Junta en Sanidad y Educación. Seguramente le suceda lo mismo a otros muchos alcaldes andaluces; la diferencia es que el de Maracena, Julio Pérez, pertenece al Partido Popular. Y en ese caso, aunque lo piense, no es muy habitual que lo exteriorice en público, y menos cuando el Gobierno de Juanma Moreno intenta solapar el retraso en las listas de espera o convencernos a todos del incremento del gasto en el sistema sanitario publico. La sinceridad no cotiza en política.
Dice Julio Pérez que quienes llevan estos asuntos -al menos en Granada- son “incapaces” y que, por más que les plantea soluciones, actúan como el que “escuchara llover”.
Ya solo le ha faltado pedir que se suban los impuestos a los ricos, criticar las trabas burocráticas y alertar de que quieren dejar sin agua a Doñana.
He escuchado varias veces las declaraciones en el pleno y no se presta a ningún error de interpretación; no hay ninguna frase sacada de contexto. El alcalde critica que hasta su hijo está con abrigo dentro de clase por falta de calefacción en el instituto y que, cuando pide que se amplíen las horas en el centro de salud, solo les dan “excusas y vueltas”.
Preguntado desde el sábado, Julio Rodríguez aún no ha matizado, ampliado o corregido todas estas declaraciones. Tampoco ha hablado el partido a nivel provincial. Bien porque comparta sus críticas -no creo- o porque espere que la polémica se diluya sin tener que enmendar a uno de sus alcaldes.
Estamos ya a un solo paso de que el culpable sea el periodista que difundió la noticia. Uno no escuchan llover y otros no oyen los truenos.