La actualidad es tan agradecida que basta con interpretarla en su literalidad para que resulte una humorada. Nos provoca regocijo lo que a otros debería suscitar sonrojo. Os dejo algunas reflexiones sobre las últimas noticias.
El debate de la financiación singular no es una cuestión de palabras, sino de números. Si se evitan las cifras solo puede ser por dos motivos: porque no se quieren dar o porque ni siquiera se conocen. En @MAS_CanalSur pic.twitter.com/HDcTfem5v7
— Quico Chirino (@quicochirino) September 27, 2024
Financiación singular. El Gobierno insiste en reducir a palabras un debate de números. Los argumentos suelen estar reñidos con las metáforas; porque estas últimas se usan para embelesar y engañar y son el ardid de los filibusteros. Cuando la ministra Montero no explica en qué consistirá el acuerdo catalán solo puede deberse a dos motivos. Porque no quiere, que sería entendible desde el tacticismo político (el suyo). O porque no lo sabe. Igual es por lo segundo.
Que dice Gabriel Rufián que el problema de financiación de Andalucía es de los caciques que la han gobernado. Pues vamos a darle la vuelta al discurso cambiando Andalucía por Cataluña. En @MAS_CanalSur pic.twitter.com/ciy2MzU0IW
— Quico Chirino (@quicochirino) September 27, 2024
Rufián. Dice el charnego de última generación que los problemas de financiación de Andalucía son por culpa de los “caciques” que la han administrado durante cuarenta años. Lo mismo no ha caído en la cuenta de que se estaría refiriendo a sus socios del PSOE. Pero demos la vuelta al discurso de Rufián. Sería como pretender sostener que la deuda de los catalanes es por culpa de los andaluces y no por los políticos independentistas supuestamente corruptos -alguno sin suposiciones- que la han gestionado.
Alvise. Acaba una fiesta y empieza otra. Soy muy pesimista sobre la interpretación que la sociedad -en general o en una parte, espero- hará de las noticias y denuncias que han trascendido. Vivimos una época en el que los adjetivos y las soflamas se imponen a la evidencia. Solo cabe esperar que la justicia sea más rápida que el populismo.