El portavoz del PP en el Parlamento, Carlos Rojas, dejó ayer el Ayuntamiento de Motril con una de esas frases que da pie a los analistas políticos (en mi caso, exanalista) a divagar sobre la metafísica intrínseca de la cosa publica. Lo que se viene a conocer como hacerse pajas mentales. “Me voy con ganas de quedarme”, esculpió en letras gruesas el bueno de Carlos su epílogo municipal.
Si no fuera porque Rojas es políticamente correcto, cualquiera diría que en realidad no se va, sino que lo echan. La declaración se puede sumar a aquella otra de la paracaidista Pilar del Castillo cuando dijo que se largaba a Bruselas para luchar por Granada.
Cuánto se sacrifican algunos.
Pero en esta ocasión, creo que Carlos Rojas decía la verdad.
Probablemente, de haber sabido que Javier Arenas se marcharía antes del verano y dejaría el partido en manos de Zoido, Carlos Rojas no se habría apresurado tanto en anunciar su salida de Motril. Lo digo en mi condición de exanalista político.
Basta con repasar las declaraciones de las últimas horas de dirigentes como el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, o de la delegada del Gobierno, Carmen Crespo, para intuir que el encargo que recibió el alcalde de Sevilla no era pasajero. Zoido llegaba al partido para quedarse y ser el candidato y esto anulaba la tarea de Rojas como portavoz.
Pero, de pronto, el propio alcalde sevillano se apresuró a matizar que su misión finaliza el 15 de julio.
¿Por qué? Javier Arenas había querido resolver su propio futuro pero en Andalucía ya existen otros barones. Aquellos que se presentaron a unas elecciones en el mejor momento posible -como Arenas- pero que a diferencia de Arenas consiguieron gobernar en otras instituciones. Ni era tan fácil ni tan difícil.
Los mismos a los que puede que no les haya agradado demasiado que el líder popular quisiera decidir el destino del partido sin consultarles.
Que hiciera oídos zoidos.
Arenas siempre será un déspota ( no ilustrado, precisamente). Durante 20 años, que se dice pronto, se ha dedicado a defenestrar a todo político del PP que haya osado mostrar méritos, temeroso de perder su liderazgo ( ejemplos múltiples en todas las provincias), al tiempo que ponía en las provincias vicarios serviles e ineptos, que no supusieran riesgo alguno. Ahora se va, en las vísperas de un congreso, para que nadie tenga tiempo a organizarse adecuadamente, decidiendo además quién le sustituye. Un demócrata en toda regla, vamos.
He leído dos veces su artículo y no he conseguido entender que quiere decir, deja demasiadas cosas caer y no sé si es que estoy muy desinformado o que realmente esas cosas no son conocidas por lo general. Por otra parte, al pepero decepcionado, le digo:
Decepcionador por? Yo me decepcionaría porque unas siglas las cuales creía me representaban me faltaran a esa representación por traicionar los principios que promulgan, pero por una persona particular? Los ideales estan muy por encima de las personas.
Pregunta e intento responder
Espero q Sebastian se plante ante la imposicion de Zoido y luche por Carlos Rojas, el más preparado y el favorito para presidir el partido. Granada tiene una oportunidad unica y no creo que la debamos desaprovechar.
ja ja ja Gabriel, la llevas clara, Sebastián ya ha pedido a Zoido que se presente. Está así bien repartido en Granada Málaga Almería ponemos los votos y en Sevilla y Cádiz los dirigentes