Tras el anuncio de Rajoy de que anticipará la jubilación a los 67, la primera consecuencia ha sido que José Antono Griñán dice que volverá a presentarse como candidato.
Después de ver a Pepote y a Manolo Chaves, Pepe Griñán ha comprendido que los expresidentes se aburren mucho y se dedican a conspirar desde la presencia o desde la distancia.
La frase del reelegido secretario general del PSOE andaluz hay que interpretarla, porque al pie de la letra no se sostiene en pie.
Griñán sabe que no volverá a ser el candidato, pero al menos quiere poder opinar sobre su sucesor. Es una manera de postergar el siguiente intento de los antigriñanistas de hacerse con el partido, porque intuye que si eso sucediera tendría los días contados.
Lo dijo en El Toyo en la intervención a puerta cerrada: “Cuando ha habido bicefalia -entre partido y gobierno- ha terminado siempre yéndose el presidente de la Junta”.
Por eso Griñán asegura que será el candidato.
Si no puede evitar que el PSOE sea un monstruo con dos cabezas, que al menos una de ellas sea la suya.