José Antonio Griñán podría convocar el congreso extrordinario del partido a finales de otoño para así terminar haciendo todo lo contrario de lo que dijo que haría. En ralidad, solo va a resultar cierto que se marchaba al Senado.

Y a pesar de todo, el PSOE está dando los pasos lógicos para alcanzar un “nuevo tiempo” que, por ahora, está escrito sobre las hojas del pasado. No habrá renovación mientras que no cambie la estructura de una organización que no termina de darle la vuelta a la tortilla.

Susana Díaz amaga con celebrar el cónclave antes de que se sortee la Lotería de Navidad, cosa que no tiene sentido si no es para obligar a Rubalcaba a que acelere su sucesión. Cuando se produzca el congreso federal -más pronto que tarde- tendrán que producirse otro en Andalucía, así que no tiene mucha lógica que el PSOE andaluz remueva su cúpula para volver a hacerlo dentro de unos meses.

Salvo que alguien quiera evitar la posibilidad de tener que pasar por unas primarias abiertas, como ya reivindican algunos detacados militantes.

Por lo pronto, el PSOE de Andalucía ha convocato comité director para el próximo lunes, donde elegirá a los representantes que acudirán a la conferencia política. En el orden del día también figura reemplazar al nuevo consejero José Sánchez Maldonado al frente de la secretaría de Ideas. Tampoco se entienden las prisas para tapar este hueco si en cuestión de semanas se convocará el congreso. Salvo que sea para reubicar a los damnificados del “nuevo tiempo”.

Suena que el elegido podría ser el exconsejero Antonio Ávila.

Lo dicho, que el PSOE se empeña en escribir el futuro sobre los renglones del pasado.