Las elecciones europeas son como la declaración de la renta o una película de Garci, que todos coincidimos en que son muy importantes pero nos aburren muchísimo.
Hoy fui al paellamitin de Juan Manuel Moreno en Motril, porque estaba garantizado que al menos el 50% iba a ser gratificante.
Lo malo de hacer mítines con paella junto a la playa es que a los asistentes les puede gustar demasiado todo menos el mitin, y eso es dar ideas para el 25 de mayo.
Al fin y al cabo, las elecciones europeas son esa cosa que se celebran un día después de la final de la Champions.
Tras varias jornadas de camapaña he comprendido el mensaje de los principales líderes andaluces: estas elecciones son muy importantes para nosotros.
Pero ese plural mayestático, ese nosotros, en realidad significa ellos.
Juan Manuel Moreno y Susana Díaz -en menor medida Antonio Maíllo- saben que estas elecciones son su prima de riesgo.
Susana Díaz porque de que el socialismo recupere la mayoría en Andalucía dependerá que el PSOE andaluz maneje el futuro del partido en España. Ahora que hasta el propio Rubalcaba parece haber entendido que los suyos lo tienen casi tan escondido como Rajoy a José María Aznar. Porque los sociatas prefieren pasear a Alfonso Guerra o a Felipe, que serán momias, pero que ya tienen hecho el cuerpo al sarcófago.
Y después está Juanma, que al asumir la presidencia del partido en Andalucía aceptaba el riesgo de una derrota el 25 de mayo. Cierto que su proyecto debe medirse a medio plazo, quizás a ocho años, pero ya ha desperdiciado los primeros tres meses repitiendo un discurso que desde el día anterior al debut se volvió previsible.
Juanma debería reflexionar en estos días de caravana y percatarse de que si reproduce la estrategia electoral, de comunicación y mediática de quienes le precedieron a lo máximo que aspira es a ganar sin gobernar.
Por eso lleva razón uno y otro cuando dicen que estas elecciones son muy importantes para nosotros.
Así que ya saben, el día 25 pueden votar por Europa, por nosotros o por ellos.
Siempre nos quedará la paella.
Yo creo, tal vez ingenuamente, que los políticos ven estas elecciones más como un impreciso “barómetro” de su situación que como un indicativo real de la misma. Primero por que se espera una alta abstención y segundo porque, al parecer, los españoles utilizamos estas elecciones para emitir votos de castigo más que como representación de nuestros intereses.
Alemania queda muy lejos de España, pero Europa aun más lejos.
El interés que despierta una paella por encima de un buen arroz da idea de lo poco que se tiene que decir a ma ciudadanía. Y muestra lo poco que quiere -no que tiene- que decir el pueblo a sus políticos. Todo esto es kafkiano. Y si el pueblo, en arrebato de decencia, decidiera archivar en «icloud» a estos políticos de ahora y nos bajamos a gente honrada y preparada cuya formación y capacidad esta por encima de esta mediocridad? Es posible soñar? Es que la política española no da ya siquiera para poder escribir, salvo para quien tiene ingenio y esta media también esta por los suelos.
Por cierto. Ademas de aquello de «siempre nos quedará la paella» o «París», nos queda «el Habla». Y parece que hay quien tiene que decir. Yo voy a votar a Vox. Me merezco esta oportunidad!!!