En 1987, el programa de Radio Popular ‘Alerta OVNI’ hizo un llamamiento a todos los aficionados a la ufología. La noche del 7 de julio de aquel año parecía ser una noche mágica y había una probabilidad alta de que los extraterrestres de manifestaran. Unas mil personas, según cuenta IDEAL en su edición del 17 de julio de 1987, se dirigieron al Llano de la Perdiz para presenciar este fenómeno. El programa, en el que colaboraron J.J. Benítez o Amelia Afán de Ribera, entre otros, contaba también con ‘corresponsales’ en lugares como el pico del Veleta, La Herradura, Santa Fe o Jaén, atentos a cualquier fenómeno extraño que apareciera en el cielo. Y parece que ocurrió. Continúa la información de IDAL que al programa llamaron testigos que veían objetos en el cielo, que se movían en dirección norte-sur y hacían bajadas verticales a una velocidad inusual. Todos coincidían en su testimonio.
Aquella convocatoria se convirtió casi en una tradición. El testigo lo tomó unos años después Radio Estilo, que incluso retransmitía el programa desde la azotea de la emisora en la Plaza del Carmen.
En 1994, eran ya unos tres mil los aficionados que, cargados con telescopios, hamacas y mesas de camping, escrutaban el cielo sobre la Alhambra.
En el año 2003, el investigador Rafael Casares organizó en torno a estos avistamientos unas jornadas de ufología que reunieron en Granada a expertos internacionales. Según Casares, se habían producido tres avistamientos reales en aquellas ‘Alerta OVNis’: en 1989 «cuando la visión de una luz hizo temblar las piernas de todos», otro dos años después y un tercero en 1993. «En 1991, unas luces misteriosas recorrieron toda Granada. Había cientos de testigos e incluso se retransmitió en directo a través de la radio». Media ciudad estaba pendiente de los micrófonos de la desaparecida emisora cuando, hacia las tres de la mañana, «pudimos ver en el cielo, sobre la torre de la Catedral, varias luces amarillas de gran intensidad que realizaban maniobras imposibles de conseguir por un avión o un helicóptero». Y continúa el ufólogo: «Dos años después, todos vimos una esfera naranja que se acercó a nosotros. Tras ocultarse, reapareció por encima y trazó una trayectoria de abanico. Un fenómeno que fue visto incluso desde otras provincias. Desde entonces, nada». Pero aquel año 93, en el Llano, la gente aplaudía y hasta «lloraba de emoción al comprobar cómo un objeto volante no identificado se detenía, entre curioso y expectante, sobre la sierra de la Alfaguara. Fue una experiencia impactante», recuerda Francisco Barrera, uno de los investigadores más versados, en la ‘Alerta’ de 1994.
Un haz de luz surcaba el cielo invocando a seres de otros mundos. Durante unos años Granada fue declarada ciudad grata para los extraterrestres.
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