En 1972, este diario publicó una serie de reportajes con el objetivo de conocer un poco más a los niños granadinos de aquellos años. Para realizarlos, se encuestó a un centenar de chicos, de entre seis y ocho años, de los colegios Andrés Manjón y Maristas, y de niñas del Colegio Santo Domingo, Regina Mundi y la Consolación. De su lectura podemos sacar algunas conclusiones sobre si ha cambiado, o no tanto, la infancia en estos cuarenta años.
A los chicos se les preguntó por la televisión. Les gustaba, y mucho, aunque solo había dos canales, la programación comenzaba a las 11,15 con la carta de ajuste y el espacio dedicado a los pequeños apenas se extendía más de hora y media cada tarde («no hay casa sin tele –comenta Santi Lozano, el redactor de IDEAL– y esto puede ser un inconveniente. Todo depende de lo que le dejen ver en sus hogares», qué ingenuo…). La serie ‘Meteoro’, era la favorita junto a ‘Perdidos en el espacio’ o ‘El Planeta azul’ de Félix Rodríguez de la Fuente. El Telediario y ‘La Casa del Reloj’, un latazo, decían. El primero porque «no dan más que noticias para mayores y tíos de esos de oficinas» y el segundo, porque era un programa «aburrido». Tampoco gustaba mucho ‘Buenas Tardes’, un espacio de entrevistas y reportajes presentado por Raúl Matas y que seguía a los programas infantiles de la primera cadena hasta el Telediario de las nueve.
A las chicas se les preguntó que qué les gustaría ser de mayor, quién era la persona más importante y «¿qué le pedirías a un rey, un mago o una persona que pudiera mucho?». «Vamos a pensar durante un rato y después, cada una, sin mirar a la de al lado, contesta lo que piensa», les dijo la profesora. «La persona más importante es Dios», dijo una de las pequeñas entrevistadas. «No es una adivinanza, le comentó María Dolores Fernández Fígares, la redactora que entrevistó a las niñas, dime quién te parece a ti importante» «ah, entonces mi padre». A la redactora le llamó la atención que, de las chicas consultadas, solo una quería ser de mayor ama de casa, y tres, madre. La mayoría preferían ser maestras o enfermeras. Para una, el ser más importante del mundo era Manolo Escobar «Yo me sé todas sus canciones y mi tía Josefina me enseña a bailarlas», dice burlona una pequeña. Sus juguetes favoritos eran las muñecas, sobre todo «esa que anuncian en la tele que se ríe y canta. Tienen un disco por dentro, yo lo he visto». A las niñas de altas coletas («mi madre me deja el pelo suelto solo los domingos», comentaba una de ellas), el programa de la tele que más les gustaba era ‘La Casa del Reloj’ (curiosamente el odiado por los chicos ) y la serie de televisión ‘Furia’.