José Torres Hurtado, el alcalde titular en el equipo de gobierno en la plaza del Carmen, permitirme la licencia ya que estamos de Mundial, ha reaparecido por sorpresa en las dependencias municipales ataviado con ropa informal y con una sonrisa amplia y abierta que regaló a sus compañeros de Corporación, a los que fue a saludar. Dijo encontrarse bien, y eso es lo que importa para todos los que le deseamos su pronta y plena recuperación, y advirtió que de irse nada de nada, que piensa volver al puesto y, si depende de él, repetir como candidato en las próximas elecciones. Y cuando lo dijo el que acogió sus palabras con la misma sonrisa generosa y sincera fue su fiel Juan Antonio Mérida, al que le ha sentado bien el traje de alcalde en funciones, pero al que le puede más la amistad y la lealtad que los egos pasajeros. Otros enseñaron ‘dientes’ al estilo ‘pantojajuliánmuñoz’ para disimular su contrariedad mientras pensaban ‘ya la hemos liao’. Daban por jubilado a Torres Hurtado y ‘regresa al futuro’ para decir que él estará allí y, a diferencia de la república independiente de ikea, en ese futuro donde come uno no pueden comer dos, al menos en el mismo sillón del salón de plenos.
Hace un par de semanas escribía en este mismo blog que el regreso de Torres Hurtado a la política activa parecía improbable después de un achaque de salud tan importante, pero que no me atrevería a descartar nada, y ‘razonaba’ las dudas en que Torres Hurtado es de Píñar y en Los Montes la gente está acostumbrada a las tierras áridas y a los fríos intensos del invierno y los veranos más calurosos, cambios que fortalecen voluntades e intenciones. Un par de semanas después el alcalde rompe los pronósticos y aleja cualquier posibilidad de abandonar el cargo. Está en su derecho de hacerlo, el que los ciudadanos le dan cuando le votan y esos han sido mayoría hasta ahora. Otra cosa es que la decisión, si es firme, sea la conveniente para alguien que ha cumplido doce años en el cargo y ha desempeñado una larga carrera política en diferentes cargos de responsabilidad. Cuando suenan las alarmas es mejor apartarse de las llamas y más si son las de la salud. Lo demás, seguramente, no merece la pena. Bueno, sin duda, no merece la pena ni de coña. Claro que Pepe es Pepe y él puede y tiene derecho a tener sus propias prioridades. ¿Quién dice que los veranos son aburridos?
pues si ya ha regresado el señor alcalde ya esta tardando en reunir el dinero que debe para pagar a limpiezas castor que los empleados siguen sin cobrar por culpa de un empresario estafador y un ayuntamiento deudor.
Pues no se si aun hay temor a Dios o ya no lo hay, pero estaría bien que dejase de haberlo. Bastante fastidiosa es la vida ya de por sí como para que encima haya que tener temor de un Dios… como dice la expresión popular… !no vamos a estar en la cárcel y asustados!…. es solo mi opinión….
Bueno cada ser humano puede elegir esto o lo otro; pero la edad en política hace de las suyas «cuando menos lo esperas». La prudencia y la inteligencia hace pensar a veces muchas cosas que……..!!!