Quiero escribir del ‘toro de la vega’ y la verdad es que sólo me salen insultos contra los salvajes cobardes que lanza en mano han dado muerte a ‘Rompesuelas’. Reconozco que no he podido mantener la mirada del animal ensangrentado y abatido agonizando en el campo de Tordesillas, pero sí he visto las sonrisas estúpidas y groseras de los matarifes, jóvenes muchos de ellos orgullosos de la ‘hazaña’, y he visto a los lugareños defender a palos que su fiesta es cultura, y he leído la estupidez del día de Mariló Montero al declarar que “Rompesuelas” ha vivido muy bien, argumento que debería asustar a los que tengan la fortuna de no vivir mal porque pueden esperarse que un grupo de vándalos los ensarte como pimientos rojos.
Esta fiesta es un despropósito infame. Nadie puede disfrutar ni divertirse dando muerte a un animal y siento profundamente que la dirección del PSOE haya permitido a su alcalde que se celebre un espectáculo cruel como éste, que no es el único en el que maltratan animales de forma impune y sanguinaría con la excusa de la tradición o la historia. La sociedad ha superado con los siglos que se echaran cristianos a los leones y que se quemasen mujeres por brujería, y a estas alturas los hombres que son capaces del mayor progreso y desarrollo tecnológico que podíamos imaginar no pueden, no deberían, sentirse orgullos de festejar la muerte de un animal de esta forma tan mezquina. Ojalá haya sido el último ‘toro de la vega’ y ojalá acaben los espectáculos festivos que se alimentan de la matanza de un animal. Siempre nos quedará darnos con una piedra en las espinillas si estamos aburridos.